Hombre con gafas y traje hablando frente a dos micrófonos.
POLÍTICA

La última encuesta del CEO dispara los nervios en Junts: Orriols les gana la espalda

La legislatura todavía está en sus inicios y Aliança Catalana ya le hace un boquete a Junts de siete escaños

Desde que surgió Aliança Catalana parece claro que Junts ha cambiado su discurso. De compartir el progresismo ambiental del procés, Junts ha endurecido su discurso de cara a la galería. En poco tiempo, los de Puigdemont han pasado de pedir el cierre de los CIE a no querer más inmigración.

Si se hace un repaso del baile entre Junts y el PSOE, se observa que muchas de las presuntas concesiones del PSOE están relacionadas con la inmigración o la seguridad. El Gobierno, por ejemplo, dejó que Junts se pusiera la medalla de proponer un endurecimiento legal contra la multirreincidencia. Del mismo modo, Junts ha peleado por el traspaso de la inmigración a Cataluña o por no recibir más ‘menas’.

Carles Puigdemont hablando en un podio con micrófonos, sosteniendo papeles en la mano, fondo verde.

Por otro lado, ya se han visto ejemplos de la torpeza de Junts con Aliança Catalana. El caso más claro fue el de la moción de censura fantasma en Ripoll. De abanderar una alianza contra natura, Junts pasó a dar marcha atrás y dejar a Orriols de alcaldesa. Más allá de las grandes explicaciones, Junts cambió de opinión porque sabían que en 2027 Orriols arrasaría en Ripoll.

Pero los últimos datos del CEO no muestran que la estrategia maximalista de Junts esté funcionando. Al contrario: Aliança Catalana se mantiene impasible en las encuestas y le roba del orden de 7-8 diputados a Junts. Es decir, Orriols quintuplica sus resultados a costa de Puigdemont.

Estos datos apuntan a una dinámica curiosa dentro de la Cataluña postprocesista. Y es que, lo que parecía que sería un colapso para la izquierda, está perjudicando mucho más a la derecha. De hecho, la CUP se queda igual y ERC incluso sube un poco. En consecuencia, el otro gran beneficiado de las pérdidas de Junts es el tripartito, que es de esperar que refuerce su oposición deliberada a Aliança Catalana.

Dos personas dándose la mano frente a una puerta con ventanas.

Dos causas: bombas de humo con el PSOE y doble juego en Cataluña

Se pueden identificar dos causas que explican esta situación. La primera es que Junts intenta jugar a dos bandas. Al mismo tiempo que presenta un perfil mediático muy duro, compran medidas del establishment para que su oposición a AC no sea tan evidente. Ahí están los discursos de figuras como Madaula o Colomines, o posicionamientos contradictorios como los cursos de catalán para imanes radicales o el árabe en las escuelas públicas.

Junts, en resumen, tiene el problema de cualquier derecha occidental sistémica. Por un lado, no puede salirse del sistema porque en gran parte vive de él (subvenciones a partidos, medios afines, etc.). Por otro lado, no tiene la suficiente fuerza para oponerse a la competencia que le viene desde fuera del sistema (AC).

Una mujer sentada sola en un auditorio con asientos rojos y detalles de madera.

La segunda causa es que, una vez colapsado el procés, el votante natural de Junts ha quedado muy desengañado. Esto se traduce en que es muy difícil convencerlo de que las maniobras con el PSOE son reales y no bombas de humo para ganar perfil mediático. Hay casos sangrantes, como el del catalán en Europa. Además, tampoco ayuda que Junts cargue contra Rodalies al mismo tiempo que tiene a uno de los suyos dentro del consejo de administración de Renfe.

Finalmente: los datos de esta última encuesta son especialmente importantes por otra razón: la legislatura todavía está en sus inicios. Habrá que ver cómo continúa esta dinámica hasta 2027, año de las municipales y las autonómicas. Hasta entonces, no es descartable que Junts pueda ser la víctima del cambio de rumbo que vive Occidente y que Cataluña somatiza con sus propios tiempos. 

➡️ Política

Más noticias: