Un hombre con gafas y barba hablando en un podio de madera.
POLÍTICA

Junts propone cursos de catalán y de derechos humanos para imanes radicales

Los postconvergentes se muestran equidistantes ante la amenaza del salafismo en Cataluña

Según informes de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra, en Cataluña hay alrededor de un centenar de mezquitas donde se lanzan discursos radicales. Una de cada tres mezquitas es salafista. Esto sitúa a Cataluña como una de las regiones europeas con más implantación del islamismo radical.

Una sala de oración con alfombra roja y púlpito de madera, iluminada por ventanas grandes.

Esta ha sido la motivación de Aliança Catalana para pedir el cierre de los centros de culto vinculados con procesos de radicalización. La moción presentada este jueves en el Parlament ha sido rechazada por PSC, Junts, ERC, Comuns y la CUP.

Entre todas las intervenciones ha destacado la de Agustí Colomines. El diputado de Junts se ha mostrado equidistante, al afirmar que “un extremismo no se puede combatir con otro extremismo”. “Ni islamismo radical ni islamofobia”, ha dicho.

Una propuesta sorprendente

Pero el diputado ha ido más allá, formulando una iniciativa concreta para la Generalitat en coordinación con el Consell Islàmic de Catalunya. "Que se haga una evaluación de los 300 imanes que hay en Cataluña. Que se les obligue por norma a aprender el catalán y participen en formaciones periódicas sobre derechos humanos, leyes y valores de las sociedades avanzadas". 

Esta es la forma, según dijo, de "proteger los valores de la libertad y fomentar la convivencia". Lo cual solo demuestra la ingenuidad de su partido o el cinismo a la hora de afrontar una cuestión tan grave.

Pretender desactivar el radicalismo islámico con cursos de catalán y derechos humanos resulta cuanto menos cuestionable. Sobre todo porque estamos hablando de líderes cuya férrea convicción es que todo aquel que no es musulmán es un infiel. Y en el peor de los casos, que el cometido de los buenos musulmanes es sacrificar estos infieles en nombre de la guerra santa.

No generalizar ni desviar el foco

Colomines rechazó el salafismo como corriente radical del islam “que discrimina las mujeres”. Reconoció que en Cataluña “hay presencia” de salafismo y que “hay que controlar como actúan dentro de las mezquitas”. 

Pero a continuación llamó a “no generalizar” porque “no todas las mezquitas son un nido de salafistas terroristas”. Además, dijo que los valores occidentales “no solo están en peligro por el islamismo radical sino también por la tecnocasta fascista”.

Además, atacó a Aliança Catalana diciendo que "el independentismo no puede ser un movimiento agónico y reaccionario, sino que debe aspirar a una sociedad inclusiva". Añadió que "si alguien tiene que cerrar mezquitas son los jueces y no nosotros". También vinculó los atentados del 17-A al CNI español, y pidió a Orriols "no desviar el foco".

➡️ Política

Más noticias: