Primer plano de Donald Trump bailando
POLÍTICA

La lección de Donald Trump, o cómo evitar la Cataluña de los 10 millones

El gobierno republicano ha conseguido reducir 1,5 millones de inmigrantes en Estados Unidos

Controlar la inmigración es posible, y la Cataluña de los diez millones no es un hecho inevitable sino una decisión política. Esta es la conclusión que puede extraerse de los últimos datos conocidos sobre la inmigración en Estados Unidos: en apenas unos meses en la Casa Blanca, Donad Trump ha conseguido frenar drásticamente el flujo inmigratorio. 

Las políticas migratorias de la administración están funcionando, y por primera vez en décadas el saldo migratorio en Estados Unidos es negativo. Es decir, salen más inmigrantes de los que llegan, ya sea por las deportaciones o por los efectos disuasorios de las nuevas leyes.

Los datos han sido publicados por el Centro de Investigación Pew, según el cual la población nacida en el extranjero ha disminuido en 1,5 millones. El gobierno ha conseguido reducir al máximo la entrada de inmigrantes ilegales en la frontera con México. Pero además ha provocado el abandono del país de inmigrantes en situación legal que temen la hostilidad de las nuevas medidas.

La inmigración no es inevitable

Ahora habrá que ver si se trata solo de un primer impacto, o si se consolida la tendencia. Pero más allá de eso, Trump ha demostrado una cosa: que los flujos migratorios, a diferencia de lo que muchos aseguran, no es algo inevitable sino un fenómeno controlable.

Y eso supone un desafío directo a los defensores de la Cataluña de los 10 millones, que basan sus argumentos en la avalancha inevitable de la inmigración. Sin ir más lejos, el Govern del PSC está lanzando mensajes de que hay que prepararse para un irreversible crecimiento de la población. Dicen que Cataluña, que ahora tiene 8,2 millones de habitantes, llegará tarde o temprano a los 10, y hay que adecuar los servicios públicos para ello.

Detrás de este discurso hay la justificación del proyecto proinmigracionista que desde hace años impulsan partidos como PSC, ERC, Junts, Comuns y la CUP. Ahora, algunos partidos como ERC y la CUP ya están mostrando sus reticencias. El motivo no es otro que el temor a que la extrema derecha arrase en las próximas elecciones.

Cataluña ante el reto migratorio

Hay que recordar que España lleva tres años batiendo récords de entradas de ilegales en el país. Pese a las consecuencias que eso tiene para la seguridad y los servicios públicos, la izquierda defiende que es un proceso imparable. Afirman que las guerras y el empobrecimiento de África desatará nuevas oleadas migratorias que obligarán a la UE, a España y a Cataluña a adaptar sus recursos.

Salvador Illa sostiene un documento en una sala de reuniones.

Pero si Donald Trump ha conseguido en seis meses reducir más de un millón de extranjeros en el país, significa que la inmigración es un fenómeno controlable. Y Trump no ha sido el único. Giorgia Meloni consiguió reducir considerablemente la inmigración ilegal en Italia, mientras se disparaba de forma alarmante en España.

En Cataluña el problema es aún más evidente que en España, porque absorbe buena parte del flujo de la inmigración ilegal. Esto no solo está provocando problemas de seguridad y de recursos públicos. También está hundiendo a la izquierda y disparando la derecha radical.

Es por eso que algunos partidos de izquierda empiezan a dar un giro a su discurso. Aun así, en líneas generales, la izquierda política y mediática sostiene el relato de los beneficios de la inmigración y la necesidad e inevitabilidad de la Cataluña de los 10 millones. Ejemplos como el de Trump les deja en evidencia, y explica por qué cada vez más catalanes les da la españda.

➡️ Política

Más noticias: