
La CUP reniega ahora de la Cataluña de los 10 millones
Radical cambio de discurso de la formación anticapitalista
La CUP ha hecho un radical cambio de discurso en su política de inmigración. Han pasado de defender durante años un modelo abierto a la inmigración, a cuestionar ahora la viabilidad del proyecto de una Cataluña de 10 millones de habitantes.
Contradicciones históricas
Este nuevo discurso choca frontalmente con el discurso que ha mantenido la CUP durante los últimos años, defendiendo el modelo de inmigración de puertas abiertas. Con medidas como el padrón universal o la renta básica universal, medidas que buscaban aumentar el tamaño de la población.
Así, se han dedicado a criticar a diestro y siniestro a todos aquellos que osaban criticar este sistema de inmigración. Suelen mostrar tolerancia cero delante de otros discursos, como por ejemplo los de VOX o Aliança Catalana, dirigiéndose a ellos con términos como xenófobos o fascistas. Tenemos, por ejemplo, las diferentes agresiones de miembros de la CUP a los stands de Aliança Catalana, llegando a dejar inconsciente a un militante de la formación dirigida por Silvia Orriols.
Colapso total
En este pequeño extracto de entrevista admiten el colapso total de las infraestructuras, ponen el foco en la situación ferroviaria de Cataluña. Aunque lo podrían haber puesto perfectamente en la situación crítica que vive el sistema sanitario catalán con récords de listas de esperas y urgencias.
En el sistema ferroviario operan líneas con vía única, lo que limita capacidad y genera retrasos constantes. Los problemas técnicos, como fallos en catenarias y sistemas eléctricos, se repiten incluso después de obras recientes. La inversión pública se decide por motivos políticos, no económicos: primero se establece la obra, luego se justifica.
Y cuanto al sistema sanitario, esta semana The Objective publicó en exclusiva los datos del Servei Català de Salut sobre las listas de espera. Cataluña lidera el atasco de las listas de espera quirúrgicas en España. En diez años han fallecido 18.682 personas esperando una operación. Durante este tiempo, el número de fallecidos esperando una operación ha aumentado un 80%.
La estrategia detrás de estos movimientos
Desde las últimas elecciones la CUP ha visto mermado su poder político dentro de Cataluña. Esto ha obligado a la formación, que durante años se presentaba con un discurso marcado por el antisistema, a regular su mensaje y buscar una imagen más institucional. Incluso el cambio de logo, que generó polémica entre los sectores más radicales, ya anticipaba este intento de normalización, posicionándose como una fuerza política más de la izquierda catalana.
El giro en su discurso sobre inmigración demuestra que la CUP empieza a asumir límites que antes negaba. La sostenibilidad del país, la capacidad de sus infraestructuras y la viabilidad de un crecimiento poblacional acelerado se han convertido en preocupaciones inevitables. Este reconocimiento obliga a la formación a ajustar su discurso, aunque no elimina la tensión entre su ideología histórica y la realidad social que enfrenta Cataluña.
Por una parte, la CUP ha tenido que enfrentarse a críticas internas de militantes que consideran que esta moderación es un alejamiento de sus principios fundacionales. Pero, por otra parte, este cambio permite a la formación acercarse a pactos estratégicos con otros partidos como ERC o incluso el PSC.
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