Un hombre mayor con expresión de preocupación se sostiene la cabeza con ambas manos, mientras que en la esquina izquierda de la imagen se ven billetes y monedas de euro.
ECONOMÍA

Verificado: estas pensiones corren peligro y muchos entran en estado de pánico

La Seguridad Social se muestra firme y manda un aviso a los pensionistas antes de que sea demasiado tarde

Miles de jubilados en España podrían verse envueltos en un serio problema sin saberlo. Todo parte de una decisión que, a primera vista, puede parecer inofensiva: trabajar mientras se cobra una pensión. Aunque esta práctica es legal en algunos casos, hacerlo sin seguir los pasos adecuados puede terminar en sanciones importantes e incluso en la pérdida de la paga.

Por eso, el aviso que lanza la Seguridad Social no es para tomar a la ligera. En nuestro país, sí es posible compatibilizar la pensión con un trabajo, pero bajo unas condiciones muy concretas. Lo que nunca debe hacerse es iniciar una actividad laboral sin antes informar a la Seguridad Social.

Saltarse este paso puede traer consecuencias muy graves, tanto económicas como legales.

Hombre mayor usando una computadora portátil con billetes de euro en el fondo.

Cobrar una pensión mientras se trabaja

A raíz de la reforma de las pensiones de abril de 2025, se ha flexibilizado el acceso a modalidades que permiten seguir trabajando tras la jubilación. Pero esto no significa que todos puedan hacerlo libremente. Es imprescindible cumplir con los requisitos y notificarlo de manera oficial.

Entre las opciones que permite la ley está la llamada jubilación activa. Esta modalidad permite al pensionista seguir trabajando por cuenta ajena o como autónomo, mientras recibe parte de su pensión. Para poder acceder, es necesario haber alcanzado la edad legal de jubilación, tener al menos 15 años cotizados y haber dejado pasar un año desde que se alcanzó dicha edad.

Otra opción es la jubilación parcial, que da la posibilidad de reducir la jornada laboral mientras se cobra una pensión proporcional. También existe la jubilación demorada, que permite retrasar la edad de retiro a cambio de beneficios económicos adicionales. Asimismo, se acepta la realización de actividades económicas de escasa entidad, siempre que los ingresos no superen el Salario Mínimo Interprofesional.

Un hombre mayor con gafas y camisa azul, sosteniendo un bolígrafo, con billetes de euro y un cartel del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de fondo.

Podrían perder la pensión

Pero el gran problema surge cuando un pensionista comienza a trabajar sin inscribirse de forma correcta. Esta omisión, que puede parecer menor, se considera una infracción grave según la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social. Trabajar mientras se cobra una pensión, sin comunicarlo, equivale a hacerlo "en negro" y puede acarrear multas de hasta 10.000 euros.

Además, podría exigirse la devolución del dinero cobrado indebidamente y el pago de las cotizaciones no ingresadas. Incluso podría suspenderse temporalmente la pensión hasta que se regularice la situación. Esto afecta tanto a las pensiones contributivas como a las no contributivas, en cuyo caso es el Imserso el organismo encargado de su control.

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