Fotomontaje con una imagen de fondo de un mano con una cartera y al frente un jubilado preocupado
ECONOMÍA

El secreto de las pensiones que nadie se atreve a revelar: malas noticias en el futuro

Los futuros jubilados se preparan para lo que está por llegar, en donde se contempla un aumento de la edad de retirada

Todos confiamos en que algún día, tras años de trabajo, llegará la merecida jubilación. Es un derecho que sentimos asegurado, algo que se da por hecho. Pero nadie es capaz de garantizar lo que ocurrirá en cuestión de unos años en este ámbito.

Lo que pocos se atreven a decir en voz alta es que el modelo actual está en peligro. Y las señales son cada vez más claras.

El problema no es nuevo, pero empieza a ser urgente. España se enfrenta a una realidad demográfica preocupante: hay cada vez más personas mayores y menos jóvenes trabajando. Esta simple ecuación amenaza con romper el equilibrio del sistema de pensiones.

Un hombre mayor revisa documentos con una computadora portátil frente a él, mientras una imagen superpuesta muestra una mano colocando monedas en un frasco con una gran cruz roja encima.

Muchos prefieren mirar hacia otro lado. Pero expertos como el economista Gonzalo Bernardos advierten que estamos llegando a un punto sin retorno.

Un problema con las pensiones

Según datos recientes de la Seguridad Social, en 2025 el gasto mensual en pensiones ya ha alcanzado los 13.500 millones de euros. Esta cifra representa el doble de lo que se gastaba hace apenas quince años. Y sigue subiendo.

Quienes lo viven de cerca lo notan cada mes. Hay padres y abuelos retirados cobrando pensiones altas mientras sus hijos con sueldos bajos apenas llegan a fin de mes.

La generación del 'baby boom', que ahora comienza a jubilarse, supone un reto enorme. Sus pensiones son más altas, su esperanza de vida es mayor y, en muchos casos, han cotizado menos años de los que pasarán cobrando. El sistema, simplemente, no lo puede soportar.

El déficit estructural del sistema ronda los 65.000 millones de euros al año, según Bernardos. No se trata de un pequeño desajuste, sino de una brecha cada vez más difícil de cerrar. Y las soluciones fáciles se han agotado.

Subir las cotizaciones a los trabajadores no parece viable. Y los jóvenes ya tienen sueldos bajos y no se les puede exigir más. Reducir las pensiones actuales tampoco sería justo con quienes han contribuido durante décadas.

Un hombre mayor con gafas lee un documento mientras se toca la cabeza, con un edificio y un cartel del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España en el fondo.

¿Entonces, qué queda? Solo una salida: retrasar la edad de jubilación. Dinamarca ya ha marcado el camino. Su Parlamento ha aprobado que, a partir de 2040, la edad mínima de retiro será de 70 años.

Un cambio radical, pero necesario. Incluso han eliminado las pensiones vitalicias de los políticos para dar ejemplo. En palabras del economista, España deberá tomar decisiones similares antes de que sea demasiado tarde.

Tomar decisiones de inmediato

El Banco de España coincide en esta preocupación. Sus proyecciones indican que, si no se toman medidas, el gasto en pensiones superará el 16% del PIB en 2050. Y el debate ya no es si habrá que reformar, sino cuándo y cómo hacerlo.

Con todo esto, es evidente que el sistema de pensiones en España es generoso, pero insostenible a largo plazo. Si no se ajusta, el riesgo de colapso es real. La jubilación a los 70 años, que hoy suena lejana, puede convertirse en norma mucho antes de lo que imaginamos. 

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