
Jarro de agua fría en esta gran capital: cierra otro mítico negocio tras 126 años
El cierre de un negocio centenario pone de manifiesto las dificultades que enfrentan los comercios tradicionales
Una gran ciudad española se ha despertado este miércoles con una noticia que ha dejado a muchos desconcertados. Un negocio de gran tradición cierra sus puertas de manera definitiva, poniendo fin a más de un siglo de historia. La causa de esta despedida no es otra que la jubilación de su propietario, quien ha decidido poner fin a una etapa de dedicación y el trabajo constante.
Se trata de Forn Esplugues, en el barrio barcelonés de Sants. La noticia ha llegado como un jarro de agua fría para la clientela de la panadería, que no esperaba una noticia tan triste.
Con un simple cartel en el mostrador, el propietario ha comunicado que la opción de que la familia continúe con el negocio no era posible. En este sentido, el local pasará a otras manos, poniendo fin a una larga historia. Sin duda, un adiós que deja un vacío en la zona y una sensación de nostalgia por los tiempos pasados.

Un cierre que marca el fin de una tradición en Sants
El propietario de Forn Esplugues, Jordi Suñé, explicó la situación a través de un cartel que colgó en el establecimiento. "Me ha llegado la hora de la jubilación, y como no habrá continuidad familiar en el negocio, lo he traspasado a un panadero de renombre". El emotivo mensaje continuaba con: "Quiero agradecerles, en mi nombre y el de mi familia, los 126 años que han estado a nuestro lado, ha sido un placer".
El cierre de la panadería significa que, además de perderse una tradición local, también se transformará la esencia del local. El nuevo propietario, Miga Suave, una empresa artesanal con sede en Mataró, llevará a cabo reformas tanto en el obrador como en la tienda.

Esto implica que el establecimiento estará cerrado temporalmente a partir de hoy jueves 13 de febrero. Según los trabajadores, estos cambios responden a la intención de adaptar el negocio a las nuevas demandas del mercado.
El negocio ha estado funcionando durante muchas décadas, lo que refleja la conexión especial que tenía con la comunidad. Muchas generaciones de vecinos lo visitaron, y su cierre es una pérdida significativa para el barrio de Sants.
Cada vez más cierres en las calles de Barcelona
El cierre de este local no es un caso aislado en Barcelona, en los últimos meses, varios establecimientos históricos han cerrado sus puertas. La semana pasada, la famosa papelería Conesa, en la calle de Petritxol, también cerró por jubilación. Este negocio, con 75 años de historia, fue un referente en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.

La perfumería Regia, que estuvo presente durante casi un siglo en el paseo de Gracia, también cerró recientemente. Estos cierres, como el del Forn Esplugues, se deben, en gran medida, a la falta de relevo generacional y a los cambios en el sector. A medida que cambian los gustos y hábitos de consumo, muchos de estos comercios ya no pueden mantenerse a flote.
Este fenómeno refleja una tendencia en la ciudad que está llevando a la desaparición de negocios tradicionales. La falta de interés por parte de las nuevas generaciones y las dificultades para adaptarse a las nuevas formas de negocio están afectando a muchas tiendas de Barcelona. Para muchos, estos cierres son un símbolo de la transformación que está viviendo la ciudad, donde lo nuevo reemplaza a lo antiguo.
Más noticias: