
Adiós a este histórico negocio de Barcelona que baja la persiana para siempre
Barcelona se despide de uno de sus negocios familiares más tradicionales de la ciudad después de décadas de historia
Barcelona está perdiendo poco a poco algunos de sus comercios más tradicionales, estos negocios emblemáticos han sido el alma de los barrios durante generaciones. Sin embargo, el paso del tiempo y los cambios en los hábitos de consumo han hecho que muchos de ellos cierren sus puertas para siempre. Esta transformación está dejando una huella profunda en la ciudad.
Uno de estos comercios históricos ha dicho adiós recientemente y, después de más de 70 años ofreciendo productos y servicios a todos los barceloneses, la tienda ha decidido bajar la persiana. Su propietario, Joaquim Conesa, se ha jubilado sin un relevo generacional, lo que ha llevado al cierre definitivo del negocio. A pesar de que aún queda trabajo por hacer, Joaquim aún no ha tenido tiempo de pensar en qué significa este cierre, según recoge TotBarcelona.

La historia de una empresa familiar
La tienda que hoy baja la persiana fue fundada en 1950 por el abuelo de Joaquim Conesa, e inicialmente, el negocio se dedicaba a la distribución de libros. Sin embargo, con el paso de los años, el negocio fue adaptándose a las demandas del mercado. En 1959, el hijo del fundador, junto con su esposa, decidió transformar el local en una papelería especializada en estampas religiosas y rosarios, un artículo muy solicitado en aquella época.
Pero la tienda no se detuvo ahí. A lo largo de los años, Conesa Papereria amplió su oferta de productos y servicios. Empezaron a ofrecer impresiones personalizadas, como tarjetas de visita, catálogos, postales, facturas y otros materiales.

Con el tiempo, Conesa Papereria también fue pionera en Barcelona en ofrecer productos de papelería "de fantasía", como bolígrafos y libretas decoradas, que se alejaban del material de oficina clásico. Esta innovación les permitió mantenerse relevantes en el mercado durante más de 70 años, adaptándose a los cambios pero manteniendo su esencia.
Un cierre que se repite en Barcelona
El cierre de Conesa Papereria no es un caso aislado. Otros comercios emblemáticos de Barcelona están pasando por la misma situación. Un ejemplo es la papelería Buñuel, que abrió sus puertas en 1963 en Granollers.

En sus primeros años, se dedicaba exclusivamente a la venta de papelería y juguetes, pero con el tiempo también amplió su oferta con prensa diaria, artículos de regalo y material de oficina. Sin embargo, la falta de sucesores y la competencia de grandes cadenas y el comercio online llevaron al cierre de este negocio también.
El cierre de estos negocios tradicionales está dejando un vacío en los barrios de Barcelona. Estos comercios no solo eran lugares donde comprar, sino puntos de encuentro y de confianza para los vecinos. Aunque estos cierres son inevitables, el recuerdo de lugares como Conesa Papereria perdurará en la memoria colectiva de aquellos que los conocieron.
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