La confesión de Arturo Sancho sobre su cambio de vida tras el inicio de 'La Promesa'

'La Promesa' arranca una nueva etapa en La 1 tras los cambios de la tarde. La serie seguirá siendo el gran pilar de la franja vespertina del canal, que ahora contará con 'Valle Salvaje' en la sobremesa. Ante estos cambios y los buenos resultados de 'La Promesa',  hemos hablado con Arturo Sancho en una entrevista en TVeo.

Han pasado más de dos años desde que empezó 'La Promesa'. ¿Cómo ha cambiado tu vida en este tiempo? 

Si te refieres al reconocimiento, ha cambiado mucho. En realidad ha cambiado el trabajo, porque trabajamos mucho, pero con mucho cariño. Siempre lo decimos en todas las entrevistas, trabajamos muchas horas y nos involucramos mucho en esta serie.

Primero porque somos actores y actrices que nos gusta lo que hacemos, para eso nos hemos sacrificado en esta vida. Y luego porque la audiencia nos acompaña de una manera tan fiel que hace que lo hagas con todo el cariño del mundo y te involucres al cien por cien.

Entonces poco tiempo nos queda después de eso para tener vida personal. Solemos quedar para tomar algo y a veces hacemos alguna escapadita el fin de semana y estamos con nuestras familias todo lo que podemos. Por lo demás, es lo que te exige el trabajo como puede ser una diaria.

¿Te han reconocido en algún sitio muy remoto o tienes alguna anécdota muy surrealista?

Hay españoles en todas las partes del mundo. En cualquier lugar ya sea en Estados Unidos o por Europa siempre te encuentras un español. Un español que, por cierto, nunca te llama por tu nombre, siempre te llama por el personaje.

¿Y has notado el boom del Emmy después de que os hayan otorgado el premio? ¿Te han llamado incluso de otros países como invitado?

Creo que el Emmy lo notaremos más el día que este proyecto acabe. Ahora mismo el Emmy es el gran reconocimiento a 'La Promesa', a todo el equipo que lo ha hecho y a nosotros también, pero formamos parte de él.

En realidad aquí hablamos del terreno desconocido. Muchas veces dicen que cuando te toca un Goya luego no te dan trabajo o a veces sí. Nosotros seguimos trabajando igual. Es una maravilla tener el Emmy en la oficina y poder verlo cuando vamos a trabajar y ver que hemos tenido ese reconocimiento. Pero, por mi parte, yo diría que no nos ha cambiado nada. Aparte del orgullo de haber ganado el premio más prestigioso internacionalmente de las series.

¿Esperas este proyecto para muchos años como, por ejemplo, 'Amar es para siempre'?

Nuestro secreto es la audiencia. Nosotros cuando empezamos no sabíamos la audiencia que íbamos a tener y gracias a ellos estamos donde estamos. La realidad, el secreto, es que la audiencia manda. Nosotros hacemos nuestro trabajo lo mejor que podemos con el máximo cariño. Todos; guionistas, iluminación, cámaras, actores, actrices... Pero el secreto es la audiencia, si la audiencia nos respalda seguirá habiendo 'La Promesa' hasta que ellos quieran.

¿Has llegado a sentir que necesitas un cambio en tu carrera o consideras que tienes más que dar?

Un formato de diario como 'La Promesa' es un trabajo muy gordo para lo bueno y para lo malo. Hay veces que como actor o como actriz dices, 'bueno, ahora mismo creo que tengo que parar un poco y otras veces dices pues voy a dar todo lo mejor'. Es una escuela brutal, aprendes muchísimo, ruedas todos los días con una cantidad de texto y gente. Todo el mundo nos pregunta si tenemos pinganillo. Y no, no hay pinganillo. Hay que estudiar.[...]

La parte buena de este trabajo es que estamos todos los días en casa de la gente. La gente nos habla por la calle como si fuésemos parte de su familia, puedes vivir casi en directo lo que estás creando...

¿A veces habláis con los guionistas?

Los guiones que nos llegan a nosotros pasan muchos filtros entonces a nosotros lo que nos toca hacer es confiar.  Además, hay gente que improvisa mucho y nos permiten improvisar con tal de que digamos el mensaje. Nos dan algo de libertad para poder hacer lo nuestro.

¿Y os veis trabajando en otros sitios estando en la diaria?

Yo siempre digo, como dice Julio César: "Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente".