
Vecinos cargan contra las superillas de Ada Colau: 'Gracias por tanta degradación'
Colectivos vecinales denuncian que abunda la basura y la chatarra por el barrio de Sant Antoni
Los vecinos del barrio de Sant Antoni están hartos de la situación provocada por las superillas, la polémica medida urbanística impulsada por la exalcaldesa Ada Colau. La última queja viralizó una imagen del cruce entre El Mercat de la Misèria y Campo Sagrado, donde se observa a un grupo de chatarreros e indigentes. Esta imagen se ha convertido en una postal habitual de ciertas zonas de Barcelona, y refleja la creciente sensación de suciedad en el área.
A través de redes sociales, el colectivo SOS Sant Antoni no tardó en reaccionar, calificando la zona de “supercuki illa” y destacando que ya no se ven niños jugando ni personas mayores conversando. En lugar de eso, denuncian que el espacio se ha invadido con carritos llenos de chatarra.
“¿A quién le gustaría estar aquí?”, preguntaban, reflejando el descontento con la transformación que ha traído la gestión municipal. Poco después, SOS Sant Antoni volvió a publicar nuevas imágenes de la misma zona, donde los chatarreros e indigentes habían montado un asentamiento.
En su mensaje, criticaron duramente al Ayuntamiento: “Sale el sol en el asentamiento tercermundista de la Calle Marqués de Campo Sagrado. Hoy es un buen día para seguir pagando impuestos y que nos sigan tratando así”. Este comentario resume la frustración de los vecinos con lo que consideran una degradación del barrio y una herencia dejada por Colau y perpetuada por el actual alcalde, Jaume Collboni.
Reacciones de los usuarios
Los comentarios en las redes sociales también reflejan el descontento generalizado. Un usuario expresó: “Me duele tanto ver el barrio tan degradado”. Otro añadió: “La imagen de ciudad degradada, con gente que recoge chatarra y esparce todo lo de los contenedores, es impresionante. ¿Dónde están los servicios sociales? ¿O el Ayuntamiento no va a arreglar todo esto?”.
Este debate sobre las superillas y su impacto en los barrios de Barcelona no parece tener fin, mientras los vecinos siguen luchando por recuperar un entorno más limpio, seguro y habitable. La polémica sigue siendo un tema candente, y parece que las superillas, lejos de cumplir su objetivo de mejorar la calidad de vida, se están convirtiendo en un símbolo de la decadencia urbana para muchos.
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