
Sílvia Orriols hunde a Carles Puigdemont tras sus ataques a Aliança Catalana
El expresidente no tiene más remedio que salir a la palestra para intentar taponar la fuga de Aliança Catalana
Puigdemont reapareció este domingo en un acto político en el sur de Francia con una consigna clara: frenar el ascenso de Aliança Catalana. Sin mencionar directamente a Sílvia Orriols, el líder de Junts lanzó una dura crítica contra lo que calificó como "los arquitectos del caos". El expresidente se refería a quienes, según él, aplican “motosierras” en inmigración, vivienda y seguridad. Fue un discurso plagado de advertencias contra “mensajes simplistas” y “radicalismos”, en un evidente intento por desmarcarse del discurso que le está robando electores.
La respuesta de Orriols no se hizo esperar. A través de redes sociales, la alcaldesa de Ripoll atacó la intervención del expresidente con una frase directa: “Tu tren ya pasó y no volverá”. En su réplica, Orriols acusaba a Junts de plagiar propuestas de Aliança y de actuar por oportunismo, no por convicción. “Sois la copia barata, y quien triunfará es el original”, sentenció, marcando así una línea roja con el delicado espacio postconvergente.
Y después están los sondeos
Esta confrontación llega en un momento clave, cuando Aliança Catalana no solo crece en las encuestas autonómicas, sino que incluso asomaría al Congreso si decidiera presentarse. Según la última encuesta de Sociométrica para El Español, el partido de Orriols lograría representación directa en Madrid. Aunque ella misma ha descartado esta posibilidad, el dato confirma un cambio sociológico profundo en el electorado independentista.

Mientras tanto, Junts confirma su declive en todos los órdenes. En el último CEO publicado, por ejemplo, el partido de Puigdemont caería por debajo de los 30 escaños, mientras que Aliança se dispararía hasta los 9-10. Este trasvase evidencia que el discurso identitario de Orriols conecta con sectores que ven en Junts una fuerza centrada en maniobras tácticas en Madrid.
El giro de Puigdemont en su último discurso, donde incluso presume de haber negociado que los Mossos expidan DNIs o gestionen deportaciones, refleja un intento por reconectar con su electorado. Pero esa reacción, lejos de frenar el avance de Aliança, parece haberlo acelerado. El electorado detecta la maniobra, y Orriols ha sabido encajar el ataque como una victoria política.
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