Fachada de un local con una reja metálica manchada de pintura blanca y pintadas en el suelo con mensajes en catalán y español, incluyendo una frase en negro que dice "FORA SIONISTES"
POLÍTICA

Radicales propalestinos vandalizan la sede de Aliança Catalana en Barcelona

El patrón de violencia política y simbólica lleva años establecido en Cataluña

La violencia política vuelve a golpear a Aliança Catalana. La sede del partido en Barcelona ha amanecido este lunes con varias pintadas en las que podían leerse mensajes como “fuera sionistas”. El ataque confirma un patrón que ya se ha repetido en otros puntos de Cataluña y que muestra una escalada preocupante contra formaciones situadas fuera del consenso oficial.

Figuras del partido han denunciado el nuevo episodio de acoso a través de sus redes sociales. Subrayan que la aparición de estas pintadas no es un hecho aislado, sino la continuidad de un clima que mezcla hostilidad ideológica y violencia simbólica. La formación de Sílvia Orriols advierte de que estos ataques buscan expulsarles de la arena política y generar miedo entre sus simpatizantes.

Un patrón establecido

Los episodios de violencia contra Aliança Catalana no son nuevos. La sede de Manlleu, por ejemplo, fue vandalizada el pasado mes de agosto con grafitis que tapaban el nombre del partido y lemas como “Nazis fuera”. Aquella acción, como tantas otras, fue reivindicada por colectivos antifascistas próximos a Arran y a las juventudes de la CUP.

Ventanas de una sede de Aliança Catalana con pintadas en aerosol negro que dicen fatxes y nazis

El historial es largo. En Ripoll, en 2021, una marcha con antorchas convocada por CUP, Arran, Òmnium Cultural y el Casal La Metxa terminó con una de las antorchas arrojada contra la sede del partido. Así mismo, durante los años siguientes se han repetido ataques físicos a militantes, agresiones en carpas informativas y episodios de violencia en actos públicos.

Entre septiembre de 2024 y enero de 2025, la formación contabilizó varias agresiones graves. En Barcelona, un militante quedó inconsciente después del ataque a una carpa. En Vilafranca del Penedès, un grupo de radicales lanzó sillas y causó varios heridos leves. Durante la Diada, otros militantes sufrieron empujones, insultos y amenazas. En varios casos, los autores reivindicaron las agresiones como “autodefensa antifascista”.

Silencios, justificaciones y una espiral que se normaliza

El partido denuncia que estos ataques prosperan porque los grandes partidos catalanes evitan condenarlos de forma explícita. En algunos casos, incluso se han escuchado justificaciones. Cuando un militante de Aliança Catalana fue dejado inconsciente en enero tras un ataque en Barcelona, la CUP no censuró la agresión y llegó a posicionarse del lado de los autores, a quienes llamó “antifascistas”.

Para los dirigentes de AC, el silencio institucional alimenta la sensación de impunidad y refuerza la espiral de violencia simbólica y física. Consideran que estos episodios no son simples actos vandálicos, sino intentos coordinados de excluir a una fuerza política legal del espacio público.

➡️ Política

Más noticias: