
El PP pide explicaciones al gobierno de Jaume Collboni por la Global Sumud Flotilla
La oposición marca de cerca al PSC por su implicación con Palestina
El líder del PP en Barcelona, Daniel Sirera, exigió este lunes al alcalde Jaume Collboni aclarar si el Ayuntamiento ha otorgado subvenciones a la llamada Global Sumud Flotilla, un proyecto vinculado a Gaza. La polémica estalla cuando se revela que Collboni destina dinero público a viajes internacionales, mientras crecen las sospechas de que el Ayuntamiento financia causas ideológicas con recursos de todos. El PP denuncia que el alcalde prioriza la propaganda política sobre las necesidades urgentes de la ciudad.
Dudas sobre subvenciones y dinero público
Sirera ha puesto sobre la mesa una cuestión clave: ¿se ha financiado desde el Ayuntamiento de Barcelona a la organización detrás de esta flotilla? El dirigente popular recuerda que no es la primera vez que Collboni aparece señalado por el uso opaco de recursos municipales. Las preguntas llegan tras conocerse que el propio alcalde organizó un viaje recientemente a Palestina a espaldas de la oposición.

Los barceloneses, mientras tanto, siguen sin respuestas claras. El PP denuncia que Collboni prioriza su agenda ideológica en lugar de resolver los problemas reales de la ciudad: delincuencia disparada, okupaciones sin control y barrios cada vez más degradados. La sospecha de que dinero público pueda estar financiando iniciativas activistas relacionadas con Gaza añade más leña al fuego.
Además, Junts también ha pedido al Ayuntamiento que explique cuánto costó exactamente el viaje de Collboni. Se junta al coste del viaje el nombramiento de Gaza como distrito de Barcelona, lo cual permitirá al ayuntamiento destinar un millón de euros más a la cooperación con Palestina. El malestar político trasciende bloques y apunta directamente al bolsillo de los ciudadanos.
Un alcalde bajo presión política y social
Collboni intenta proyectar una imagen internacional mientras Barcelona lidia con sus propios problemas. La inseguridad, que afecta especialmente a comerciantes y vecinos, se ve eclipsada por un gobierno municipal ocupado en viajes y polémicas ideológicas. Muchos barceloneses se preguntan de qué sirve destinar recursos a aventuras políticas mientras la ciudad se hunde en suciedad e inseguridad.
El PP insiste en que el alcalde debe dar explicaciones inmediatas y transparentes sobre las posibles subvenciones a la Global Sumud Flotilla. De confirmarse, estaríamos ante un nuevo caso de prioridades políticas alejadas de las necesidades ciudadanas. La sospecha daña la confianza pública y erosiona la credibilidad institucional de Barcelona.
En un momento en el que la ciudad registra un aumento de delitos y problemas sociales, la gestión de Collboni queda en entredicho. Más que un viaje polémico o una subvención dudosa, preocupa el patrón: un alcalde más preocupado por la propaganda internacional que por la vida diaria de los vecinos. La política municipal parece girar en torno a gestos ideológicos y no a soluciones prácticas.
Implicación ideológica del Ayuntamiento de Barcelona
El rechazo de Barcelona al Estado de Israel dejó claro su alineamiento ideológico. En mayo de 2025, el Consistorio rompió formalmente relaciones institucionales con Israel, suspendió el hermanamiento con Tel Aviv y pidió un alto el fuego inmediato en Gaza.
Hamás agradeció públicamente la ruptura de relaciones con Israel, calificándola de un acto solidario frente a una supuesta “guerra de exterminio”. Ese agradecimiento expuso el verdadero alcance de las decisiones municipales. Lo que Collboni presentó como solidaridad se convirtió en un respaldo interpretado como apoyo político por un grupo islamista.
El propio alcalde sufrió las consecuencias de su posicionamiento ideológico. Israel vetó la entrada a Collboni cuando intentó visitar Jerusalén, Belén y Ramala en un viaje oficial. La política exterior encubierta del Ayuntamiento no solo genera titulares, también bloqueos y tensiones diplomáticas que dañan el perfil internacional de Barcelona.
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