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Más del 40% de la población de entre 25 y 39 años en Cataluña es extranjera
El aumento se produce en las franjas de edad de mayor procreación
El auge migratorio en España, y en particular en Cataluña, ha reabierto el debate sobre la crisis demográfica en Cataluña. Por un lado están llegando cada vez más personas procedentes de culturas con altos índices de natalidad. Por otro lado, se está produciendo un acelerado descenso de los nacimientos en la población autóctona.
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Según los datos actualizados del censo a 1 de enero de 2024, más del 40% de la población entre 25 y 39 años en Cataluña son extranjeros.
En la franja de 20 a 24 años, los autóctonos siguen siendo una amplia mayoría (67%) frente al 31% de extranjeros. Pero la estadística da un vuelco en la franja de 25 a 29 años, donde los extranjeros son ya el 43,1%. La proporción aumenta hasta el 45,5% de 30 a 34 años, y vuelve al 43,1% de 35 a 39 años.
De cuarenta años hacia adelante la proporción vuelve a reducirse paulatinamente. El dato es significativo porque el aumento de la población extranjera se produce en las edades de mayor capacidad para tener hijos. En estas franjas la población autóctona se reproduce a una velocidad mucho menor que la población extranjera.
La identidad catalana, ¿en riesgo?
La asociación Renaixença Demogràfica por el fomento de la natalidad advierte que “por primera vez desde hace décadas una generación de catalanes vuelve a ser minoría en Cataluña.
Explican que esto ya había sucedido con las oleadas migratorias españolas en décadas anteriores, pero que ahora cambia “el punto de partida”. Advierten de que “una población envejecida tiene menos capacidad de absorción de los inmigrantes, porque las franjas de jóvenes son menos numerosas”.
En definitiva, señalan que “para que una sustitución demográfica se produzca no es necesario minorizarla en todas las franjas de edad”. Sino que “basta con que suceda en las franjas con edad de tener hijos”.
Finalmente, dicen que “algunos de los nacidos en Cataluña son segundas generaciones no integradas a la catalanidad” y que “no transmitirán el catalán”. Aumenta la sensación de que la inmigración masiva va en detrimento de la superviviencia de la cultura catalana y su lengua.
Crisis demográfica
La teoría de la sustitución demográfica, sostenida en este caso con datos oficiales del Instituo Nacional de Estadística, sigue siendo polémica. Algunos sectores vinculan la teoría de la sustitución demográfica a la extrema derecha y su obsesión por demonizar la inmigración. Aunque los datos en este caso dejan poco margen a la interpretación.
El hecho de que haya cada vez más extranjeros en las franjas de edad de procreación hace pensar que se multiplicarán a corto y medio plazo, mientras que los autóctonos recularán. Sobre todo si tenemos en cuenta que en muchos casos son comunidades culturales cerradas poco proclives a mezclarse con los autóctonos. Es decir, que solo se casan y tienen hijos entre ellos.
En paralelo está la crisis de natalidad de la población autóctona, que se va agravando cada año más. En 2024 la fecundidad de los españoles y catalanes tocó fondo con 1,04 hijos por pareja. A ello contribuyen factores genéticos y socioeconómicos, pero también el auge de los mensajes antinatalidad en foros y medios de comunicación.
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