
Piden el cierre de un centro de acogida de Barcelona 'por la inseguridad que genera'
Vecinos y padres de familia se quejan de la inseguridad permanente en esta zona de Sarrià-Sant Gervasi
Vox ha recibido esta semana a padres de familia que denuncian la inseguridad permanente asociada a un centro de primera acogida en Sarrià-Sant Gervasi (Barcelona). Sus quejas se unen a la de los vecinos de la calle Císter, donde está este centro, y sus alrededores. Hoy a las cinco de la tarde se ha convocado una manifestación para pedir el cierre del centro.

Según los vecinos, los menores extranjeros que acoge el centro provocan continuamente problemas de convivencia. Preocupa sobre todo la cercanía del alojamiento con varios centros educativos de la zona. Los alumnos de estos centros tienen que enfrentarse todos los días a amenazas e insultos, por parte de estos jóvenes que muchas veces van drogados.
Molestan a las niñas y entran en los colegios
Los padres de estos alumnos han dicho basta y piden al ayuntamiento el cierre del centro y su inmediato traslado.
Padres y madres relatan escenas dantescas de menores migrantes drogados hasta caerse, que a menudo molestan a los demás muchachos. Muchas niñas que van solas del colegio a casa tienen que cruzarse con ellos a diario.
Son frecuentes las insinuaciones hacia las niñas, y recientemente incluso llegaron a saltar la valla de un centro. Los padres y madres de familia consideran que se ha cruzado una línea roja, y que el ayuntamiento tiene que actuar. Afirman estar muy angustiados.
El problema empezó cuando este centro destinado inicialmente a mujeres sin techos abrió las puertas también a menores extranjeros no acompañados (menas). El ayuntamiento ha aumentado la presencia policial, con lo cual está reconociendo que hay un problema. Pero para vecinos y familias es insuficiente, y advierten de que si ocurre una desgracia el responsable será el alcalde de Barcelona.
PP y Vox piden su cierre inmediato
El PP presentó una instancia al ayuntamiento para cambiar el uso de este centro municipal, pero fue rechazada. Daniel Sirera, presidente del grupo municipal popular, afirma que “los vecinos tienen miedo y el alcalde no actúa”. Por eso reitera su petición de que “se convierta en una residencia para personas mayores y se acabe con el terror que viven estos vecinos”.

Vox ha recibido a los padres de familia preocupados por la seguridad de sus hijos, y ha sido también muy tajante con este asunto. Gonzalo de Oro ha pedido el "cierre inmediato" de este centro para garantizar "la seguridad de nuestros hijos". El presidente de Vox en Barcelona ha recordado que esto no va de ideologías, sino de la seguridad de los vecinos y los alumnos.
El caso de este centro ha vuelto a poner el foco en el problema de la inmigración masiva y la llegada de menores extranjeros no acompañados a Cataluña. Estos jóvenes quedan en la calle durante buena parte del día, provocando problemas de incivismo e inseguridad.
Algunos partidos como PP y Vox denuncian esta situación, pero las administraciones rehuyen el problema y el resto de partidos recurren al buenismo. Cataluña recibió dos mil menas en un solo año, muy por encima de los recursos asignados a la comunidad para su acogida. En muchos casos como este, las consecuencias no las sufren los políticos proinmigracionistas sino los vecinos y las familias.
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