Otro fracaso del wokismo en Cataluña: 120 intentos de mutilación genital femenina

Una de las características de la ideología ‘woke’ es su capacidad para poner en el centro asuntos que no son importantes. Esto tiene como efecto desatender los problemas de verdad y más urgentes. En el caso del feminismo de orientación woke, representado por partidos como ERC, la CUP o Comuns, los ejemplos han sido constantes.

Ahí están, por ejemplo, la señalética inclusiva que promocionó la exconsejera Verge, los once millones de euros contra la “presión estética”, la felicitación del solsticio de invierno o la presencia de "Mamá Noel" en Navidad. Todo esto sin perjuicio de que ERC felicite y promocione el islam y algunas de sus prácticas que segregan por sexos. 

Paralelo a esto, están los problemas reales de las mujeres, empezando porque Cataluña lidera el número de agresiones sexuales de toda España. El director general del Hospital Clínic llegó a calificar la cifra catalana de “auténticamente demencial”. Y es que Cataluña tiene el dudoso honor de que sus cuatro provincias superen (y por mucho) a las demás provincias de España en agresiones sexuales.

La mutilación genital femenina

Dentro de la violencia contra las mujeres, uno de los problemas que vienen aparejados a ciertas comunidades de origen africano es la ablación femenina. Según ha explicado la consejera de Igualdad, a instancias de un requerimiento del PP catalán, en Cataluña ha habido 17 casos de mutilación femenina en la última década. Esta cifra es pequeña si se compara con las 120 tentativas de ablación que han registrado los Mossos d’Esquadra.

Las comarcas que concentran más casos son las que tienen las comunidades africanas más grandes. Entre ellas, destaca el Maresme (24), Vallés Occidental (18), Baix Llobregat (16), Gironés (13), Vallés Oriental (12) y Tarragonès (12). Sin embargo, para analizar de manera adecuada esta triste realidad hay que tener presente que se disponen de pocos datos.

Los datos anteriores son solo aquellos que los mossos han podido registrar previa denuncia y procedimiento administrativo. Después están todos los casos (tentativas y consumados) que se conocen por otras vías (hospitales, escuelas, cuidadores, etc.), pero que no reciben denuncia por la presión comunitaria y cultural. Algo similar ocurre con los matrimonios forzados, que se quedan dentro de la comunidad. 

El PP carga contra las ‘feministas de pancarta’

El PP catalán se ha mostrado muy indignado ante esta situación. Varias figuras destacadas del partido han alzado la voz contra la Generalitat y el feminismo imperante.

El líder del partido, Alejandro Fernández, cargaba contra el silencio del feminismo hegemónico ante estos datos. “Dan la brasa con delirantes teorías sobre las maldades del “piropo” y miran hacia otro lado ante lo realmente dramático para las mujeres”:

Por su parte, la portavoz del PP, Lorena Roldán, también se ha pronunciado sobre este problema. “Mujeres y niñas mutiladas y torturadas mediante una práctica que atenta contra su salud física y mental. Las supuestas feministas de pancarta y postureo, por supuesto, calladas”, decía ayer Roldán.