
Nervios en la izquierda: Juana Dolores y un concejal de la CUP, a insulto limpio
Se acusan de trabajar para el PSC y las élites, y ambos dicen la verdad
La izquierda por lo general no se ha llevado bien entre sí y la prueba está en su histórica incapacidad para unirse. Así mismo, otra de sus características más notables es la violencia que ejercen hacia el fuego amigo. El último ejemplo nos lo han dado Juana Dolores y la CUP.
Ahora mismo, Juana Dolores es la nueva figura de izquierdas patrocinada por las élites mediáticas. Se trata del clásico ejemplo de un radicalismo vehiculado y teledirigido. Por otra parte, la CUP empieza a coquetear con ideas de la derecha identitaria, como la crítica al crecimiento demográfico.
De hecho, ayer mismo se explicaba en E-Notícies que la CUP ya critica explícitamente la Cataluña de los diez millones. Esto no ha sentido bien a Juana Dolores, que en redes sociales decía de la CUP que son “gentuza”. Acto seguido, le respondía Jordi Casas, uno de los cupaires críticos con el crecimiento demográfico.
En un mensaje bastante duro, Casas cargaba contra Dolores, y de paso adjuntaba una portada de ella en La Vanguardia con las élites culturales en Sant Jordi. “Lo dice la comunista preferida del III Conde de Godó y Grande de España. Revolucionaria de salón y, sobre todo, muchos focos. La esterilidad política total (y por eso premiada) al servicio del régimen. Gentuza, sí. Ya sería hora de que a las próximas Juana Dolores las calara todo el mundo a la primera”:
Dos izquierdas
Más allá de la anécdota, con este episodio asistimos al enfrentamiento entre dos tipos de izquierda que en el fondo son muy parecidas. Nos referimos a los antisistemas integrados, lo que Casas llama “revolucionario de salón” y que a todos los efectos se le puede aplicar a la propia CUP. La diferencia es que, ahora, con la llegada del PSC, la CUP ya no desempeña el papel de comunista asignado por las élites procesistas.
Lo más curioso de este episodio es que ambos, Juana Dolores y la CUP, se acusan mutuamente de estar al servicio del PSC de alguna manera. Y lo cierto es que ambos dicen la verdad. Por una parte, Juana Dolores vive del establishment mediático postprocesista, y la CUP vive de pactar con el PSC mientras recomponen el partido.
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