Un hombre con gafas y traje oscuro está sentado frente a banderas con franjas rojas y amarillas.
POLÍTICA

Letrados del Parlament advierten a Rull por querer limitar la libertad de expresión

La libertad de expresión debe primar sobre la valoración de posibles discursos de odio, según el informe

Importante toque de atención al presidente del Parlament, Josep Rull, por su intento de limitar la libertad de expresión de los diputados. Desde su llegada al cargo, Rull está llevando a cabo una operación de acoso y derribo contra Vox y Aliança Catalana. El diputado de Junts utiliza su cargo en el Parlament para liderar la estrategia de aislamiento de estos partidos por parte del cordón sanitario.

Foto de Josep Rull presidiendo el Parlament de Catalunya mientras aplaude al lado de sus dos vicepresidentes del Parlament

The Objetive ha desvelado en exclusiva el contenido del informe de los letrados. Advierten a Josep Rull que la libertad de expresión de los diputados está por encima de las apreciaciones sobre posibles discursos de odio. Alertan de que el concepto discurso de odio puede llevar a una arbitrariedad que dé pie a actuaciones desproporcionadas.

Vox y Aliança Catalana, y también el PP, llevan tiempo denunciando los excesos de la presidencia y su falta de imparcialidad. El informe pone en evidencia el ataque sistemático al derecho de representación de partidos elegidos democráticamente en las urnas. 

Tirón de orejas al presidente del Parlament

El propio Josep Rull envió estos días una carta a los grupos parlamentarios animándoles a denunciar discursos de odio para explorar posible sanciones. Los letrados de la cámara han reaccionado con este informe que baja los humos al presidente de la cámara.

El informe se refiere a los artículos 233 y 239 del reglamento, utilizados de forma recurrente por Rull para amordazar a los partidos considerados de “extrema derecha”. El 133 regular las normas de conducta de los parlamentarios, así como las llamadas al orden y las posibles sanciones disciplinarias. El 239 regula las llamadas al orden para justificar posibles sanciones como la expulsión de la cámara.

El informe viene a decir que el presidente de la cámara no puede ampararse en el concepto “discurso de odio” para condicionar de forma arbitraria la acción parlamentaria de los representantes democráticamente elegidos.

El informe da la razón a quienes critican el papel que ha asumido Josep Rull desde el inicio de la legislatura. Josep Rull ha amonestado de forma recurrente a diputados de Vox y AC. Pero en cambio ha hecho caso omiso a los insultos de “nazi” y “fascistas” proferidos por diputados de Comuns y Junts hacia Sílvia Orriols. 

Duro con unos, complaciente con otros

Esto lleva a la pregunta de qué criterios debe seguir el presidente de la cámara para llamar al orden a los diputados durante su uso de la palabra. Es aquí donde los letrados insisten en la necesidad de un mayor equilibrio. Sino, el presidente incurre en el riesgo de limitar la libertad de expresión con un sesgo claramente arbitrario.

Mujer hablando en un podio con fondo de madera.

Además de los ejemplos expuestos, se cuestiona también el contraste entre la dureza con unos partidos y la indulgencia con otros. Por ejemplo, Rull llama siempre la atención a Vox y Aliança Catalana cuando plantean la relación entre delincuencia e inmigración. Pero en cambio se negó a advertir a la CUP por jalear los ataques a la policía en Salt.

La relación entre delincuencia e inmigración podrá gustar más o menos, pero entra dentro de los límites de la libertad de expresión. En cambio, alentar desde la tribuna de oradores a los ataques a la policía entra dentro de una posible promoción de un delito.

El informe apela a lo que establecen el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional sobre esta cuestión. Dejando claro que el sistema democrático español es menos restrictivo respecto a expresiones supuestamente antidemocráticas.

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