Una escena urbana muestra un contenedor en llamas rodeado de personas y vehículos estacionados.
POLÍTICA

Lérida, convertida en un polvorín: los vecinos estallan tras el último altercado

Tres agentes de los mossos resultaron heridos en una batalla campal en el centro de la ciudad

Cataluña está viviendo un preocupante repunte de la inseguridad que refleja en el aumento de delitos como los homicidios, las agresiones sexuales, los robos y las peleas. Lérida es una de las ciudades más afectadas por esta nueva oleada de delincuencia. La ciudad arrastra desde hace tiempo problemas graves de incivismo y multirreincidencia, que el gobierno local no sabe cómo controlar.

Una plaza con escaleras y barandillas rodeada de edificios de varios pisos y árboles.

El último suceso ha sido especialmente grave, y ha encendido todas las alarmas. Un altercado en el centro histórico de la ciudad el martes por la tarde acabó con el furibundo ataque a tres agentes de Mossos d’Esquadra. Los vecinos piden al ayuntamiento medidas urgentes.

Los hechos ocurrieron sobre las cinco y media de la tarde, en la plaza Josep Solas. Según informa La Veu de Lleida, todo empezó cuando una patrulla interceptó a un hombre que llevaba un perro peligroso sin atar y sin bozal. Cuando procedieron a identificarlo, un grupo de personas que estaban en la plaza empezaron a increpar a los agentes.

La situación se fue calentando hasta tal punto que los agentes tuvieron que pedir refuerzos. Durante el altercado se quemaron varios contenedores. El suceso se saldó con tres detenidos y tres agentes heridos. 

Las imágenes que comparte el citado medio digital hablan por sí solas.

Los vecinos estallan

Este último altercado ha sido la gota que ha colmado la paciencia de los vecinos. Tras el suceso el ayuntamiento anunció un incremento de la presencia policial en la plaza Josep Solans. Pero los vecinos desconfían de las promesas vacías del gobierno municipal.

“Una vez más, la Paeria nos quiere hacer creer que tiene el control de la situación en el centro histórico. Pero, ¿de qué sirve esta propaganda si nada cambia?”, se quejan.

El ayuntamiento dice que el barrio ya cuenta con un centro policial, pero los vecinos se preguntan dónde están los resultados. “La inseguridad no se combate con notas de prensa triunfalistas ni promesas vacías”, exclaman.

Afirman que los vecinos siguen sufriendo “robos, peleas y situaciones insostenibles semana tras semana”. Y aclaran que “no se trata de una percepción”, sino que “las noticias y los hechos hablan por sí solos”.

Un foco de conflictos

La plaza donde tuvieron lugar los hechos es un foco continuo de conflictos desde hace años. La plataforma Som Veïns ya denunció recientemente la situación.

Según explicaron, una familia lleva al menos desde 2019 traficando a diario con total impunidad. Los vecinos hablaron con Mossos, Guardia Urbana y el propio alcalde Félix Larrosa. Al no haber actuaciones otras familias empezaron a traficar hasta convertir el lugar en un polvorín.

Cinco personas sentadas alrededor de una mesa en una sala de reuniones, conversando y revisando documentos.

Los problemas de incivismo se han extendido a otras zonas del centro histórico. Los vecinos aseguran que es imposible descansar por las noches por el ruido y las peleas. 

La concejala de Seguridad Ciudadana, Cristina Morón, se ha dirigido a los vecinos para decirles "que no están solos". Que "cuentan con el apoyo de la policía y de la Paeria", y que "apostamos por un barrio tranquilo, seguro y donde haya convivencia". Pero a estas alturas hará falta algo más para ganarse la confianza de los vecinos. 

➡️ Política

Más noticias: