
Intenta apuñalar a tres personas en unas fiestas en Cataluña, y lo dejan en libertad
Días antes ya había sido visto portando un hacha por las calles
La localidad tarraconense de Flix vivió momentos de gran tensión durante la celebración de su Fiesta Mayor. Un hombre armado con un cuchillo de grandes dimensiones amenazó a tres vecinos y trató de atacar al agente de la Guardia Municipal que acudió en primer lugar. Según explicó El Caso, el agente pudo esquivar la agresión y, tras la intervención de los Mossos d'Esquadra, el hombre fue reducido y detenido sin que nadie resultara herido.
El arrestado es un vecino de 55 años, español, con antecedentes penales y problemas de adicciones, conocido por episodios violentos en el municipio. De hecho, días antes ya había sido visto portando un hacha por las calles, aunque en aquel momento no llegó a amenazar a nadie. La reincidencia y el historial del detenido hicieron que el Ayuntamiento de Flix se presentara como acusación particular en el juicio rápido celebrado en Falset.
Un caso que indigna a los vecinos
A pesar de la petición del consistorio de ingresar en prisión al acusado, el juez optó por dejarlo nuevamente en libertad. Esta decisión ha generado malestar en la localidad, donde los vecinos denuncian que los episodios violentos de este individuo se repiten con frecuencia.

El Ayuntamiento elogió la actuación coordinada de la Guardia Municipal, los Mossos y los propios vecinos implicados en el incidente, que mantuvieron la calma en un momento de máxima tensión. No obstante, la sensación general en Flix es de frustración, al considerar que la justicia no ofrece una respuesta proporcionada a la gravedad de los hechos.
El contexto de la violencia en Cataluña
Este episodio se produce en un momento en el que la criminalidad violenta preocupa en Cataluña. Los Mossos d'Esquadra han admitido un repunte de estos episodios, tanto en Barcelona como en otras localidades. En este sentido, preocupa el aumento de armas blancas.
Según los datos policiales, cada mes se intervienen unas 800, una cifra muy superior a la de armas de fuego requisadas. Este aumento de cuchillos y machetes en la calle eleva la percepción de inseguridad y multiplica los episodios de violencia en contextos festivos o vecinales. De hecho, las fiestas de Sant Joan se deben blindar para evitar todas estas situaciones.
El caso de Flix ilustra cómo la reincidencia y la falta de medidas firmes frente a perfiles conflictivos acaban generando alarma social. Mientras tanto, los pequeños ayuntamientos reclaman más medios y una mayor seguridad jurídica para poder actuar con contundencia.
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