Ignacio Garriga hablando en un podio con el logotipo del Parlament de Catalunya en el fondo.
POLÍTICA

Ignacio Garriga celebra su victoria judicial tras 'meses de calumnias y ataques'

El líder de Vox denuncia una campaña de difamación para perjudicar a su partido

La Fiscalía ha archivado la denuncia contra el presidente del grupo parlamentario de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga, por presuntos pagos irregulares. El fiscal superior de Cataluña no ve indicios de que los pagos realizados por Garriga con la tarjeta de crédito asignada por el Parlamento a su grupo fueran ajenos a la actividad del partido. Pone fin así a una falsa denuncia que alimentó los ataques de la prensa subvencionada al líder de Vox y a su partido.

Ignacio Garriga sonriente con barba y chaqueta oscura sostiene un micrófono frente a un edificio moderno.

El propio Ignacio Garriga ha celebrado la decisión judicial, pidiendo una rectificación de los medios que participaron en su linchamiento. Afirma haber sido víctima de “muchos meses de calumnias y de ataque a mi honorabilidad con la finalidad de dañar a Vox”.

Celebra que la “verdad acabe triunfando”, pero vaticina que vendrán más ataques. Aun así, advierte que no darán “ni un paso atrás”.

El secretario general de Vox ha recibido muchos apoyos a través de comentarios en su publicación de X. Le animan a seguir adelante, y también lamentan que el arma de sus opositores para silenciarle sea la "difamación" y la "calumnia".

La justicia desmonta la falsa denuncia contra Garriga

La denuncia salió de la exdiputada de Vox en el Parlament Isabel Lázaro, que acusó a Garriga de pagos irregulares por valor de 105.568 euros. Según la falsa denuncia, Garriga había utilizado la tarjeta de crédito de la cámara para gastos personales.

Acusaba también a los diputados Ignacio Garriga y Joan Garriga de facturar al grupo parlamentario 85.730 euros por “servicios ficticios” de representación de sus cargos. La fiscalía recuerda que la Mesa del Parlament ya comprobó los pagos de estos diputados sin advertir irregularidad alguna. Además, los pagos fueron puestos en conocimiento de los órganos competentes de la cámara.

Pese a todo esto y a la falta de pruebas, la prensa subvencionada en Cataluña se lanzó contra los dirigentes de Vox en Cataluña. Ahora que se ha demostrado que la denuncia era falsa, Ignacio Garriga pide una rectificación que con toda probabilidad nunca llegará.

Esto incrementa la percepción de Vox de estar en el foco de una campaña de desprestigio para frenar su crecimiento en las encuestas. Creen que su denuncia de la inmigración ilegal y de la islamización de Cataluña molesta a los poderes, que intentan silenciarles de todas las formas. 

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