Un hombre de traje y corbata señala con el dedo mientras está de pie en un entorno formal, con otras personas sentadas a su alrededor.
POLÍTICA

Gabriel Rufián también se suma a los ataques de ERC a Podemos y Pablo Iglesias

Morados y republicanos ya ven venir que no habrá suficiente pastel electoral para repartirse entre los dos

La clásica fragmentación dentro de la izquierda ha dado paso a un nuevo episodio de tensión política. En esta ocasión, los protagonistas son ERC y Podemos, dos formaciones que en el pasado mostraron una notable sintonía ideológica y estratégica. La ruptura progresiva de esa afinidad se ha hecho más visible en los últimos días, a raíz de unas declaraciones de Pablo Iglesias y la reacción de figuras de ERC, entre ellos Gabriel Rufián.

El detonante ha sido un mensaje compartido por Rufián en redes sociales, en el que se afirma: “Pablo Iglesias es una persona muy inteligente y totalmente consciente de con quién compite su espacio político en Cataluña. No compite con Junts, ni siquiera con el PSC. ¡Compite con ERC!”. El retuit del portavoz de ERC es un claro respaldo a la tesis de que Podemos ve en ERC como rival en Cataluña.

Pablo Iglesias hablando delante de un micrófono con cara de enfadado y con la mano derecha ligeramente levantada

¿Pero a qué responde este mensaje contra el líder de Podemos? Responde a unas declaraciones de Iglesias en el Ara, donde dijo que ERC les pidió en privado que se paralizara el traspaso de competencias en materia de inmigración. La afirmación de Iglesias fue percibida por ERC como un intento deliberado de desgastar su imagen ante el electorado. 

Una relación de amor y odio

La relación entre ambas formaciones ha transitado por un camino de progresivo deterioro. En los años en que Podemos formaba parte del Gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez, el entendimiento con ERC era máximo. Gabriel Rufián elogiaba a figuras como Irene Montero e Ione Belarra, incluso se especuló con candidaturas conjuntas.

Ese panorama ha cambiado drásticamente en muy poco tiempo. La caída de ambos partidos en sucesivos comicios ha intensificado la competencia directa. Y es que, tanto ERC como Podemos están inmersos en cambios estratégicos para hacer frente a su decadencia electoral. Y el feudo catalán es una pieza clave en términos electorales, sobre todo para ERC. 

Hombre con traje azul y corbata marrón hablando en un podio.

El último ejemplo de esta tensión entre ambas formaciones vino con el debate del aumento del gasto de Defensa. Después de mostrarse favorable al aumento, Rufián dejó caer ante los medios que la postura de Podemos, negándose al aumento de presupuesto, era una "pancarta" y no una posición adulta. Ione Belarra respondió con dureza, asegurando que “la postura de Podemos no es una puñetera pancarta”. De paso, los morados recordaban a ERC que el aumento del gasto militar será en detrimento del gasto social.

Asistimos, pues, al inicio de una lucha entre dos partidos que ya no tienen suficiente pastel para repartirse. Esto obedece al colapso de la izquierda 'woke' en todo el mundo y en particular en Cataluña. Las elecciones de 2027 serán determinantes para el futuro de estos partidos y de muchas caras conocidas.

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