
La flotilla a Palestina hace saltar chispas entre los críticos de ERC y los Comuns
La izquierda 'woke' intenta revertir su decadencia electoral a través de todas las formas de activismo
Barcelona ha sido este fin de semana el epicentro de la Global Sumud Flotilla. La expedición internacional zarpa con la intención de abrir un corredor humanitario hacia Gaza. Una veintena de barcos y cientos de voluntarios partieron del puerto bajo el lema “Mientras el mundo calla, nosotros zarpamos”.
La flotilla incluye activistas y personalidades de todo el mundo, algunos de ellos muy famosos, como la actriz Susan Sarandon. También se encuentran la activista sueca Greta Thunberg, la exalcaldesa Ada Colau y dirigentes de ERC y los Comuns. Los organizadores destacan que la misión es no violenta y cumple con el derecho internacional. Aunque admiten que expediciones anteriores fueron interceptadas por Israel antes de llegar a Gaza.

Críticas internas en ERC y a los Comuns
La presencia de dirigentes políticos de la izquierda catalana ha abierto un agrio debate en redes, con críticas desde los sectores más radicales de ERC hacia los Comuns. Xavier Martínez-Gil, del colectivo 1ero de Octubre, que busca recuperar una agenda unilateral para el independentismo, cuestionó en redes sociales que “mucha de nuestra izquierda sea capaz de manifestarse contra la represión del pueblo de Palestina y no mueva un dedo contra la represión del pueblo catalán”:
Aunque ahora esté enterrada, hay que recordar que tanto ERC como el independentismo en general siempre han tenido una profunda relación de desconfianza hacia los Comuns. En última instancia, los consideran contrarios a la secesión y "españoles", como dice algún usuario en redes. Esta relación de amor-odio se fraguó en aquella famosa jornada del Parlament en 2017, cuando Joan Coscubiela votó en contra de la república procesista.
Otros usuarios, sin embargo, le han reprochado de manera muy dura a Martínez-Gil mezclar la situación de Gaza con la política catalana. “Hay que ser muy miserable o muy sionista (y por tanto también miserable) para decir esto. Los catalanes sionistas sois la vergüenza del país. Secuestrados por Israel”, replicaba un usuario.
En cualquier caso, lo que resulta innegable es que, más allá del drama humanitario, este debate es de consumo interno entre la izquierda. Porque si algo parece claro es que la izquierda 'woke' no va a revertir su decadencia electoral a través de Flotillas o activismo. Máxime cuando muchos de estos activistas proceden de extracciones sociales muy elevadas que alimentan la clásica distancia entre los votantes y las élites progresistas.
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