Oriol Junqueras con traje azul, con las manos juntas y un micrófono en la oreja.
POLÍTICA

ERC también se rompe en Tarragona y Reus

La guerra interna de los republicanos llega también a dos de sus principales plazas locales

La guerra interna en ERC se extiende. La batalla que ganó Oriol Junqueras por apoderarse de la cúpula de la formación sigue siendo una herida abierta. Lo vimos en el congreso celebrado el pasado fin de semana y se está evidenciando en las tensiones que están floreciendo en, precisamente, dos de las principales plazas locales de los republicanos: Tarragona y Reus.

Especialmente grave es el caso de Reus. Y es que allí, según ha podido saber E-Notícies, la batalla no es entre dos sectores que luchan por hacerse con el poder. Es, directamente, de una parte de las bases que se están sublevando contra la actual dirección que encabeza Noemí Llauradó.

Noemí Llauradó siendo entrevistada con un micrófono de Canal Reus en un entorno interior.

Militantes de Esquerra en Reus ya están explorando alternativas para liderar el partido en la localidad. El objetivo es forzar la dimisión de Noemí Llauradó, que actualmente es presidenta de la Diputació de Tarragona y teniente de alcalde en Reus tras dos pactos con el PSC. Este sector crítico de ERC en la capital del Baix Camp cree que su líder debería dar un paso al lado.

Básicamente le recuerdan que sus fracasos como candidata a las elecciones municipales deben tener consecuencias. Llauradó fue la jefa de filas de los republicanos en 2015, 2019 y 2023. Y, aunque ha formado parte del gobierno local en los últimos tres mandatos, nunca consiguió hacerse con la alcaldía de Reus. 

Fotografia de un mítin de ERC en Reus con Noemí Llauradó y Oriol Junqueras

Sin embargo, el listado de reproches de las bases a Llauradó es largo. Por ejemplo, llegó a ofrecer un pacto al PP tras las últimas elecciones para intentar apoderarse de la alcaldía, algo que enfadó a una parte de las bases. Tampoco gustó el hecho de ir cambiando de sector interno según le convenía para mantener su silla (pasó de junquerista a rovirista para acabar poniéndose de perfil).

La situación es tan delicada que ni la dirección del partido cierra la puerta a un cambio en la presidencia local. De hecho, ante este escenario, algunas voces del entorno de Noemí Llauradó le han recomendado que, como mínimo, abandone el gobierno local.

El objetivo sería hacer oposición a la alcaldesa Sandra Guaita (PSC) para marcar perfil propio. Pero de momento no se lo plantea. Y es que, con este movimiento, peligraría su puesto como presidenta de la Diputación de Tarragona. Tanto en Reus como en la institución supramunicipal tienen un pacto con los socialistas.

En cualquier caso, la presión sobre Llauradó empieza a ser destacada. Justo, además, cuando se encuentra en el medio de una polémica por el anuncio que hizo de la construcción de un auditorio en Reus. Como presidenta de la Diputación hizo este anuncio sin contar con la alcaldesa y generando una importante oleada de críticas.

Tarragona, la otra guerra que estalla en ERC

No es precisamente mejor la situación en Tarragona. Allí ya hay dos sectores enfrentados que ya han reconocido que deberán batirse en unas primarias.

Un hombre con barba y gafas habla en una conferencia en el Port de Tarragona, gesticulando con las manos mientras está sentado detrás de un micrófono.

Por un lado tenemos a Xavi Puig, que en la guerra interna de ERC apoyó a Foc Nou de Alfred Bosch. Para sorpresa de casi todo el mundo, el actual concejal del Ayuntamiento anunció su intención de liderar la candidatura republicana en las próximas municipales. Eso sí, ese puesto deberá ganárselo ante Saül Garreta, expresidente del Port de Tarragona y hombre de Oriol Junqueras en la ciudad.

Desde el sector oficialista que encabeza Garreta admiten que hay “roces” y “cierta tensión” entre los dos bandos. De hecho, los reproches públicos entre estos dos sectores ya han empezado y eso que todavía quedan más de dos años para las elecciones municipales. Todo apunta, pues, que la guerra en la capital tarraconense para apoderarse de la cúpula del partido será de lo más entretenida.

Y es que no lo tienen fácil en Tarragona. Pau Ricomà se hizo con la alcaldía en 2019, pero fracasó estrepitosamente en 2023 y decidió irse a su casa tras perder un 31% de los votos obtenidos cuatro años antes. A pesar de tener 6 concejales, la realidad de ERC en la ciudad es tan complicada que incluso la dirección del partido está estudiando presentarse con unas siglas distintas.

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