Tres personas en primer plano con expresión seria frente a un fondo amarillo con el texto Esquerra Republicana desenfocado.
POLÍTICA

ERC ya busca la pinza con la CUP para frenar a Sílvia Orriols

Los republicanos no saben qué hacer para desactivar la amenaza de Aliança Catalana

El ‘efecto Orriols’ no afecta a solo Junts, como se ha podido comprobar estas últimas horas con la guerra desatada por Oriol Junqueras contra Aliança Catalana. Una legión de dirigentes nacionales y locales de ERC han salido en tromba contra el partido de Sílvia Orriols. Recuerda al ataque coordinado de dirigentes y militantes de Junts contra Aliança a raíz de la polémica del vídeo con IA.

Mujer de cabello oscuro y liso hablando frente a un micrófono en un entorno formal con una carpeta azul en las manos

En pocas semanas, los republicanos han pasado de la hostilidad contra Aliança Catalana a copiar su discurso en seguridad e inmigración. Al mismo tiempo recurren a la conspiración para deslizar que el orriolismo salió de las cloacas del Estado para destruir al independentismo. Está claro que las encuestas no sonríen a Esquerra y el pánico se ha instalado en el cuartel general de los republicanos.

Al mismo tiempo, ERC sigue adelante con su estrategia de frentes progresistas amplios para evitar el descalabro electoral. Según avanza The Objective, el grupo de Gabriel Rufián ha iniciado un acercamiento a la CUP para ir juntos en las generales en 2027. Republicanos y cupaires calculan que yendo juntos podrían arañar unos 100.000 votos más.

Lejos de Podemos, cerca de la CUP

La fórmula ideada por Rufián busca precisamente aumentar el potencial electoral de ERC como ocurre en las europeas, donde concurre junto a EH Bildu y el BNG. Junqueras es consciente de que su sumisión al PSOE le pasará factura, y busca alianzas para parar el golpe.

Descartada la vía de una alianza con Podemos, que se distanció de Rufián por su giro en seguridad e inmigración, ERC busca ahora acercarse a la CUP. Los cupaires también son reacios a la vinculación de inseguridad e inmigración. Pero los cupaires van necesitados de votos, y una alianza con Esquerra podría volver a darles presencia en el Congreso de los Diputados.

Un hombre con traje oscuro y corbata habla en un podio levantando un dedo.

Además, a diferencia de Podemos la CUP es igual que ERC una 'víctima' del orriolismo. Esto explica que, pese a sus diferencias, republicanos y cupaires se planteen unir fuerzas contra un enemigo común. 

Con esta alianza la CUP podría recuperar presencia en la cámara española sin tener que renunciar a su marca en las municipales. Pero esto decantaría definitivamente su política de alianzas hacia un cuatripartito en Cataluña, junto a una ERC cada vez más atada a PSC y Comuns. Esto confirmaría el triunfo dentro de la CUP del sector izquierdista, que ya propició la salida de Laia Estrada.

Bloques ideológicos

La posible alianza de ERC con la CUP demuestra el estado de desesperación de los partidos procesistas, que no saben cómo frenar a Aliança Catalana. Las últimas encuestas señalan un nuevo paradigma en Cataluña, donde nuevas fuerzas barren a partidos tradicionales. La implantación territorial de Aliança Catalana, que ya supera los dos mil afiliados, confirma también que lo de Orriols no es una broma.

El acercamiento entre republicanos y cupaires confirma además la división de la política catalana en bloques ideológicos. Con la unidad independentista cada vez más lejos, y Aliança Catalana pisándoles los talones, cada uno busca su propia salvación. Además, temas como la seguridad y la inmigración han sustituido el debate nacional y esto obliga a modificar el eje político.

Cada vez se vislumbra más un bloque progresista donde el PSC tire del carro ante la progresiva caída de ERC, Comuns y CUP. Y un bloque conservador dividido entre la derecha constitucionalista, PP y Vox, y la derecha nacionalista, Junts y Aliança.

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