
El giro de Gabriel Rufián: de querer acoger más 'menas' a vincular inseguridad con inmigración
ERC llega tarde y mal a este debate
Gabriel Rufián eligió la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, esta semana, para escenificar el giro pragmático de su formación. El portavoz de ERC en el Congreso pidió a la izquierda “hablar sobre inmigración y seguridad aunque incomode”. En este sentido, dijo que “los flujos migratorios son un reto para los barrios que se tiene que basar en la seguridad”.

Expresó que “vivimos en sociedades donde todo el mundo tiene derechos y obligaciones, te llames Javier o te llames Brahim”. Esta intervención de Rufián marca un antes y después en una formación que hasta ayer abanderaba el ‘queremos coger’ o la teoría de las percepciones. De hecho, ERC ha sido uno de los partidos que ha liderado la propuesta de regularización de medio millón de inmigrantes ilegales en España.
Hace solo nueve meses, en febrero, el mismo Gabriel Rufián hinchaba el pecho diciendo que "queremos más menas para Cataluña y menos racistas subvencionados". Ha pasado de pedir más menas a decir que la inmigración es un reto para la seguridad de los barrios.
¿A qué se debe este giro y por qué ahora? Rufián dio la clave cuando, en la misma intervención, dijo que "basta poner la oreja cinco minutos en un barrio o hablar con un alcalde". Esto, traducido, significa que el cambio de discurso se debe al pánico por las encuestas.
Un giro difícil de justificar
El auge de formaciones como Vox o Aliança Catalana han obligado a los partidos procesistas a adaptar su discurso para frenar la sangría de votos. Para Junts, herdero de un espacio ideológicamente más cercano a Aliança Catalana, fue más sencillo. Pero para ERC supone un problema mayor dada la distancia entre lo que decían ante y lo que dicen ahora.
Todo se ha acelerado tras la encuesta de La Vanguardia del pasado mes de septiembre, que daba 19 diputados a Sílvia Orriols. El pánico se extendió por las sedes de los partidos procesistas. En la de ERC, Oriol Junqueras dio órdenes de acelerar el giro pragmático, consistente en abordar la inmigración y la seguridad para competir con los partidos antiinmigración.
Para ERC es más difícil de justificar este giro, sobre todo porque muchos les responsabilizan de la degradación que sufre Cataluña. Esquerra lideró junto a Comuns y la CUP, durante el Procés, la línea proinmigracionista más radical. Luego, al mando de la Consejería de Interior, negó la inseguridad y lo atribuyó a "percepciones" alimentadas por fake news y la extrema derecha.
Han perdido el relato
Lo que venía a decirle Rufián a Pedro Sánchez es que "o nosotros hablamos de inmigración o seguridad o lo harán ellos". Lo cual no es creíble, después de haber negado que existiera un problema y llamar extrema derecha a quienes lo planteaban. Pero sobre todo, evidencia que ERC y la izquierda en general, catalana y española, han perdido el relato.
En Cataluña ERC compite con Aliança Catalana pero también con Vox, sobre todo en Tarragona y el cinturón metropolitano barcelonés. Allí hay zonas donde Vox está arrasando con una fina estrategia de pisar los barrios más castigados por la degradación y la delincuencia. Barrios que habían sido bastiones tradicionales de la izquierda, en las próximas elecciones podrían quedar teñidos de verde.
Esta es la razón por la cual ERC quiere hablar ahora de inmigración e inseguridad, e incluso se atreva a vincularlo. El problema es que llegan demasiado tarde y de forma poco creíble. Recordemos que Rufián comparte partido con Najat Driouech y Tània Verge...
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