Hombre con traje azul y corbata marrón hablando en un podio.
POLÍTICA

Podemos inicia una guerra contra Rufián después de sus palabras sobre inmigración

El partido morado ha puesto en marcha una estrategia de polarización tan violenta que para muchos ya resulta preocupante

Gabriel Rufián abrió esta semana un melón que llevaba años blindado por la izquierda: la inmigración y sus efectos reales en los barrios. Desde la tribuna del Congreso, el portavoz de ERC lanzó un mensaje claro: "le pido a la izquierda menos pureza y más cabeza". Una apelación directa a hablar de la preocupación social por los problemas de integración, de inseguridad y de la presión sobre los servicios públicos.

Pero el gesto, lejos de ser asumido como un diagnóstico compartido, ha provocado una reacción furiosa del entorno de Podemos. El espacio morado ha interpretado las declaraciones como una traición ideológica y ha iniciado una ofensiva contra el dirigente republicano. En cualquier caso, hay que tener presente que Podemos está en pleno momento de polarización a través de una cruda violencia verbal.

Un tema que ya no puede silenciarse: Bruselas apunta a España

La intervención de Rufián no se produce en el vacío. Llega apenas días después de que la Unión Europea publicara un informe demoledor diciendo que España recibe un nivel “desproporcionado” de inmigración. Bruselas deja claro que el sistema español de acogida está saturado y que el flujo actual “no es sostenible”.

Pablo Iglesias hablando delante de un micrófono con cara de enfadado y con la mano derecha ligeramente levantada

Es decir, la UE admite públicamente el problema que Podemos se niega siquiera a mencionar. En cuestión de horas, los principales referentes del universo morado lanzaron ataques coordinados contra Rufián. Y la violencia de los ataques ha sorprendido incluso dentro de la propia izquierda.

"Los nazis huelen la sangre como los tiburones. Ceder un centímetro al discurso que asocia migraciones y seguridad es un error. Cada centímetro cedido a los nazis los acerca al Gobierno", decía Iglesias. El mensaje equipara cualquier intento de hablar de los problemas reales de integración con un acercamiento al nazismo.

Y el coro de Iglesias se pone en marcha

Poco después de que Iglesias pusiera en marcha la cacería, varias figuras destacadas de Podemos han ido detrás de él. "Las cuentas de ultraderecha celebrando este discurso. Luego algunos se preguntan cómo crece el racismo. Así hasta que nos gobiernen fascistas. Amigo, date cuenta", decía Isa Serra con manifiesto paternalismo.

Por su parte, Irene Montero elevó aún más el tono. “La derecha monta cacerías contra migrantes y aun así te piden ‘menos pureza’. Pedir a la izquierda ser menos izquierda termina con fascistas gobernando.”

Las tres intervenciones comparten una idea: cuestionar la narrativa oficial sobre inmigración es ayudar a la extrema derecha. Una estrategia que busca blindar el tabú, aunque sea a costa de ignorar las preocupaciones sociales y ahora incluso los informes oficiales de Bruselas.

Rufián replica con dureza: “La izquierda no es el corral de nadie”

Rufián, que históricamente ha mostrado afinidad con Podemos y con sus dirigentes, ha respondido al intento de linchamiento político. “Una buena manera de ‘reventar a la derecha’ es no intentar reventar a otras izquierdas. La izquierda no es el corral de nadie”:

¿Qué vemos, pues, en toda esta situación? Los conflictos electoralistas de cada partido. Podemos, por ejemplo, sigue con su estrategia de diferenciarse del PSOE y de Sumar, aunque sea a costa de polarizar la comunidad política. Rufián, en cambio, sabe que habla desde Cataluña, donde inmigración e inseguridad pesan mucho.

En este contexto, las dinámicas partidistas sí que "revientan" a la izquierda desde dentro. Pero más revelador aún es que, este debate, que hace nada estaba proscrito, ya divida incluso a la izquierda.

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