ERC culpa a menas, 155 y covid de las irregularidades cuando estaba en el Govern
La DGAIA adjudicó ayudas de millones de euros de forma irregular para beneficiar a terceras empresas
ERC culpa a la llegada imprevisible de menas, el 155 y la pandemia de las irregularidades en las contrataciones de DGAIA (Dirección de Atención a la Infancia y a la Adolescencia). Las irregularidades se cometieron cuando los republicanos estaban en el Govern. Según ha destapado Octuvre, Esquerra habría convencido a PSC y Comuns para rechazar las recomendaciones de la Sindicatura de Cuentas en torno a este escándalo.
Es más, habrían acusado a la Sindicatura de Cuentas de "hacer el juego a la extrema derecha". Esto ayuda a entender muy bien cómo funciona el poder político en Cataluña, así como la estrategia de alianzas de algunos partidos. Pero empecemos por el principio.
Recientemente se supo que la Generalitat había estado pagando ayudas a jóvenes que no cumplían los requisitos, enriqueciendo a empresas del tercer sector. Este sistema corrupto entre la DGAIA y las empresas del tercer sector funcionó entre 2016 y 2020. La DGAIA estuvo en manos de ERC desde 2016 hasta 2024.
El caso salpicaba claramente a Esquerra, que habría despilfarrado dinero público para beneficiar a empresas amigas. Estamos hablando de millones de euros adjudicados de manera ilegal. Así que el caso llegó hasta la Sindicatura de Cuentas.
La Sindicatura de Cuentas es un órgano independiente del gobierno que se encarga de fiscalizar la gestión de los recursos públicos por parte de las administraciones. La síndica elaboró un informe muy duro sobre las irregularidades en la adjudicación de recursos de la DGAIA.
La síndica alertó de “falta de rigor” por parte del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias. Según explicó, “las entidades de la red pública de servicios sociales no lo hacían en virtud de ningún contrato o instrumento jurídico vigente”.
Así lo expuso en una comparecencia parlamentaria el pasado mes de noviembre. PSC y Comuns, como el resto de partidos excepto ERC, criticaron las irregularidades y votaron a favor de aceptar las recomendaciones de la Sindicatura. Pero algo ha cambiado.
ERC culpa a los menas, el 155 y la covid
Ya en la comparecencia del mes de noviembre, ERC intentó quitarse el muerto de encima. Lo hizo argumentando que la "llegada inesperada" de jóvenes migrantes solos obligó a hacer contratos y prórrogas sobre la marcha. Además, pide tener en cuenta el "contexto", ya que "el 155 dificulta la tramitación de los expedientes" y "además vino una pandemia".
La síndica respondió que el sistema se prolongó más allá de la pandemia. No formaba parte de un "contexto", como alegaba ERC, sino que manifestaba "una forma de funcionar del departamento".
En la última comisión sobre este tema, ERC mantuvo su posición pero esta vez acompañado de PSC y Comuns. Estos partidos han pasado de aceptar las recomendaciones de la Sindicatura a rechazarlas, porque entienden que alimenta a la extrema derecha. Cargan contra el órgano porque a su parecer "menoscaba el derecho fundamental de acogida de los menores".
ERC y las puertas giratorias
La pinza entre ERC, PSC y Comuns en esta cuestión demuestra los intereses compartidos de los partidos que ahora mismo están en el gobierno (directa o indirectamente). A nadie se le escapa que Esquerra está sosteniendo el gobierno en minoría de Salvador Illa. Y que a los Comuns les interesa que la alianza siga funcionando.
Pero todo esto demuestra una cosa, y es la forma como funcionaba el poder cuando ERC estaba en el gobierno. Las puertas giratorias eran una práctica habitual no solo en el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias. También por ejemplo entre el Departamento de Ensenyament y la Fundación Bofill.
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