
El entorno de Carles Puigdemont allana el camino para pactar con el PP
¿Voluntad real de acercamiento o pura estrategia para seguir presionando al PSOE?
Los recientes ataques de Carles Puigdemont a Aliança Catalana pusieron de manifiesto el nerviosismo ante el declive electoral de su formación. La estrategia de pactos de Madrid es clave en este sentido. Los casos de corrupción en el PSOE obligan a Waterloo a marcar distancias con Pedro Sánchez, al menos en el plano retórico.
El abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, ha valorado en una entrevista en La Razón la posibilidad de apoyar a Feijóo. “Creo que el PP puede llegar a tener los votos suficientes para gobernar sin depender de Vox. Sería el escenario ideal para cualquier demócrata”, ha afirmado.

Desde Junts han repetido por activa y por pasiva que no forman parte del bloque de gobierno ni de la derecha, sino que su único interés es Cataluña. Pero pocas veces el entorno de Waterloo se había manifestado tan claramente en este sentido. ¿Estrategia real de acercamiento al PP, o maniobra para seguir presionando a Pedro Sánchez?
Junts quiere ser la alternativa a Vox
Es evidente que el debilitamiento del Gobierno socialista ha obligado a Puigdemont a explorar otros escenarios. Boye deja claro en su entrevista que Junts “no tiene capacidad para derrocar a Pedro Sánchez”. La prioridad de Carles Puigdemont sigue siendo sostener al PSOE para culminar los acuerdos de investidura.
Desde este punto de vista, la agitación de posibles pactos con el PP no es más que una estrategia de presión al PSOE. Al mismo tiempo, Junts necesita allanar el terreno ante la posibilidad de que vaiga el Gobierno y haya un adelanto electoral.
En Waterloo son conscientes de que ahora mismo pactar con el PP sería aún más impopular que su alianza con Pedro Sánchez. Entre otras cosas, por la reciente ofensiva de Feijóo contra la oficialidad del catalán en Europa. Pero también parecía imposible que Carles Puigdemont pactara con Pedro Sánchez, y acabó haciéndolo.
Todo es cuestión de retórica, y en la cúpula de Junts creen que la clave está en el aislamiento de Vox. Puigdemont quiere presentarse como la alternativa para que el PP pueda gobernar sin la extrema derecha. Además, fuera del conflicto catalán, Junts ha demostrado una mejor sintonía con los populares en temas económicos, fiscales o de vivienda.
La derechización de Junts
Efectivamente, pactar con el PP, siempre que sea sin Vox, daría a Junts dos ventajas importantes. Por un lado, podría mantener su posición de fuerza para seguir obteniendo concesiones del Gobierno español. En segundo lugar, permitiría acelerar el giro a la derecha iniciado por Puigdemont para contrarrestar el ‘efecto Orriols’.

La alianza con Pedro Sánchez ofreció a Waterloo la posibilidad de importantes concesiones. Pero también le incluyó en el bloque de investidura junto a ERC o Bildu. Esto ha acentuado las contradicciones de Junts, de las que se vería liberado facilitando un eventual gobierno del PP.
Tampoco hay que perder de vista el escenario catalán, y el debilitamiento que supondría para el gobierno de Salvador Illa. El deseo de Waterloo ahora mismo es que la crisis del PSOE arrastre a ERC y deje a Junts como única llave de la gobernabilidad en Madrid. Esto reforzaría a Junts en un momento especialmente delicado, y allanaría su camino para la reconquista de la Generalitat.
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