
Echan a los okupas que tenían al barrio atemorizado en Montcada y Reixach
Los vecinos saben que hay impunidad y están preocupados de que el problema simplemente se traslade
El barrio de Mas Rampinyo, en Montcada y Reixach, respira aliviado después del desalojo de uno de los locales más conflictivos del bloque de la calle Sant Ignasi. Allí se habían instalado varios okupas que protagonizaron dos violentas peleas en plena calle con palos y cadenas.
El esperado desalojo se produjo el martes por la mañana. Trabajadores de la Sareb tapiaron el local número 6 del edificio, tras recibir las llaves de los okupas el pasado fin de semana. Dados los precedentes, Policía Local y los Mossos d’Esquadra desplegaron un dispositivo de seguridad para evitar nuevos altercados.
El concejal de Seguridad, David Zambrana (PP), aseguró que se trata de un paso adelante. “Estamos empezando a recuperar viviendas y locales en situación de okupación que generan inseguridad e incivismo”, declaraba Zambrana. El edificio cuenta con 48 pisos, de los cuales 28 siguen ocupados ilegalmente, además de la totalidad de los locales comerciales.
Una lacra para el barrio
La tensión en este bloque viene de lejos cuando, a mediados de agosto, la convivencia estalló tras dos batallas campales. Vecinos y okupas de las plantas superiores se enfrentaron a las familias de los bajos, en su mayoría de origen magrebí, en peleas que dejaron detenidos e investigados. Hubo palos, cadenas e incluso cuchillos, y muchos vecinos tuvieron que refugiarse en sus casas.

El origen inmediato fue el intento de okupar un nuevo local que provocó una fuga de agua en el aparcamiento. El incidente derivó en un enfrentamiento masivo que recordó a otros episodios violentos. En 2020, el mismo edificio ya había sido escenario de un tiroteo entre clanes y del hallazgo de plantaciones de marihuana.
Pese al desalojo, los vecinos dudan de que el problema esté resuelto. Temen que las familias expulsadas se instalen en otro punto de la ciudad. “Aquí simplemente se ha trasladado el problema”, afirman. Como ocurre en otros muchos puntos de Cataluña, los ciudadanos corrientes conocen la impunidad de la cual gozan los criminales.
Cataluña y la okupación
Cataluña lidera los casos de allanamientos y usurpaciones en España, con un 72% de las detenciones y una media de 23 casos diarios. Municipios como Barcelona, Terrassa o Gerona comparten la misma problemática. Los alcaldes - que de verdad se enfrentan a esta lacra - reclaman cambios legales que devuelvan capacidad de actuación a la policía.
Este es el resultado de años de tolerancia e incluso promoción de la okupación en Cataluña. Ahora queda evidenciado que las okupaciones generan bolsas de criminalidad que, en esencia, degradan los barrios a un ritmo muy preocupante. Esta realidad converge con otras facetas del crimen, como puede ser el tráfico de drogas, la multirreincidencia o la prostitución.
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