Carles Puigdemont hablando en un podio con micrófonos, sosteniendo papeles en la mano, fondo verde.
POLÍTICA

Destrozan a Carles Puigdemont tras su último discurso: 'Eres un vendedor de humo'

El expresidente dejó una bolsa de desencanto social que en algún momento le podrá pasar factura

Carles Puigdemont vuelve a ser protagonista tras compartir su último discurso en redes, un mensaje cargado de épica pero alejado de la realidad política. Lejos de generar entusiasmo, sus palabras han desatado una oleada de reacciones críticas. El independentismo más desencantado no olvida su papel en 2017 ni le perdona el tono mesiánico con el que continúa interviniendo desde Bélgica.

El expresidente apeló a conceptos como la "esperanza", el mandato del 1-O y la defensa de la nación catalana ante supuestos “arquitectos del caos”. Pero, para muchos, el problema ya no es el contenido, sino su desconexión con el momento actual. Los usuarios ven en estos discursos una reiteración retórica sin consecuencias reales, una fórmula agotada tras años sin avances tangibles. "Eres un vendedor de humo", concluyen.

Las respuestas a su intervención evidencian un enfado latente entre antiguos votantes. Le acusan de haber desaprovechado la ventaja de Junts en Madrid y de mantener el partido como herramienta personal. Incluso le reprochan su merma en la capacidad de convocatoria, cada vez más replegada en actos partidistas:

Esto no es gratis

Este desgaste de liderazgo tiene un coste directo para Junts, que sigue atrapado en una contradicción estructural. La estrategia de apoyar a Pedro Sánchez en Madrid y a la vez querer liderar la oposición en Cataluña ha debilitado su perfil político. La necesidad de proteger la amnistía ha dejado al partido desarmado ante un Govern que no recibe oposición firme por su parte

Carles Puigdemont con gafas y traje oscuro mirando hacia la derecha con un cielo azul y nubes de fondo.

Frente a esta parálisis, otras fuerzas han ocupado el vacío con un discurso mucho más directo. El PP, Vox y Aliança Catalana están aprovechando la ausencia de contundencia de Junts para crecer electoralmente. Según las encuestas del CEO, esta última formación ya le arrebata buena parte del voto independentista más crítico y desengañado.

En definitiva, la falta de iniciativa parlamentaria y la dependencia absoluta de los pactos estatales han dejado a Junts en tierra de nadie. Internamente, sin embargo, el partido no se mueve; nadie parece tener el impulso para disputar el aura espiritual de Puigdemont. Las próximas elecciones serán determinantes para que el partido haga una reflexión profunda sobre su liderazgo.

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