Plano medio cort de Carme Forcadell mirando al horizonte delante de dos micrófonos
POLÍTICA

Carme Forcadell recuerda cuando fue encarcelada y los indepes la hunden a críticas

Los partidos procesistas, en especial ERC, han perdido toda credibilidad

Este domingo se cumplen siete años del ingreso en prisión de los dirigentes catalanes condenados en el juicio del Procés. Entre ellos, la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, y la exconsejera Montserrat Bassa. Forcadell lo ha recordado con un emotivo mensaje, que sin embargo se le ha acabado girando en su contra.

Una mujer de cabello corto y canoso, vestida con una chaqueta clara y una blusa verde, está sentada y hablando en un entorno de estudio.

“La represión continúa, no se tiene que normalizar”, ha dicho la exdirigente de ERC en X. Ha afirmado que “nada se ha parado” porque “nuestra lucha continúa”, y ha prometido “no renunciar” a la independencia de Cataluña.

Dolors Bassa también ha recordado el día que entró en la cárcel, lanzando un mensaje de esperanza. “Sigo pensando que la independencia es el camino y la normalidad del país”, ha tuiteado.

Las respuestas hacia Forcadell y Bassa son un claro ejemplo de la pérdida de prestigio del procesismo, y de ERC en general. Los comentarios siguen una misma idea: todo ha terminado precisamente porque los dirigentes procesistas engañaron a la gente.

Críticas a Carme Forcadell en X

Hay un independentista que le dice a Carme Forcadell que los que pasaron por la cárcel tienen miedo de volver a entrar. Lo cual es “lógico”, a su parecer, pero al mismo tiempo les inhabilita para seguir al frente del proyecto. Es una idea que se repite mucho, la necesidad de sustituir a los viejos partidos y los viejos dirigentes por unos de nuevos.

Forcadell recibe el calor de algunos independentistas, que le agradecen los sacrificios aunque la cosa no saliera bien. Aunque son más los críticos, desconfiados sobre su promesa de renunciar nunca a la independencia. “Ya habéis renunciado”, le reprochan.

Hay muchos mensajes que recuerdan que un día la gente confió en ellos. Pero acto seguido lamentan que desde hace tiempo su lucha pasa por blanquear el españolismo y hundir al independentismo. El foco de las críticas se centra en Oriol Junqueras, que representa la pervivencia de los líderes procesistas venidos a menos.

Dolors Bassa tampoco se libra

Dolors Bassa también recibe mensajes de cariño, aunque muchos más de catalanes indignados. Algunos muy duros, que afirman que “el pueblo les odia” y que son “una secta” a la que le quedan “cuatro días”. Más allá de la compasión por la cárcel, los críticos recuerdan que la gente gastó mucho esfuerzo e incluso dinero para nada.

La acusan como a sus compañeros de haber "vendido" al independentismo con engaños y mentiras. Una muestra más de la pérdida de credibilidad de ERC, a quien las encuestas auguran cada vez un futuro más negro.

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