Primer plano de una persona siendo esposada con esposas de metal.
POLÍTICA

La captura de 3 multirreincidentes con 80 antecedentes enciende los ánimos en Cataluña

Estallan las redes en una mezcla de ironía y rabia

Tres hombres fueron detenidos este martes en Torredembarra mientras intentaban robar en una autocaravana. La alerta de un vecino permitió que una patrulla de paisano los sorprendiera forzando la ventana. Entre los tres acumulan cerca de 80 antecedentes, lo que ha desatado indignación por la facilidad con la que reinciden en Cataluña.

Indignación en redes ante la impunidad

Un usuario ironizó sobre la detención con un comentario que resume el hartazgo colectivo: “¿Les darán premio cuando lleguen a 100 detenciones?”. La burla refleja indignación, impotencia y rabia contenida. La ciudadanía percibe que la reincidencia es constante y que detenerlos no cambia nada.

Plano detalle de los Mossos d'Esquadra

Otro comentario, aún más crudo, mostraba resignación: “Ya estarán en la calle, mañana seguirán trabajando pobres…”. Esta frase sintetiza la desconfianza hacia la justicia. Muchos creen que los jueces liberan delincuentes sin consecuencias reales.

Estos mensajes reflejan un sentir extendido: la gente percibe que detener a los mismos delincuentes una y otra vez sirve de poco si las leyes no garantizan castigos efectivos. La sensación de impunidad alimenta la indignación social y aumenta la desconfianza hacia el sistema judicial.

El caso de Torredembarra no es aislado. Se suma a una larga lista de episodios donde ladrones con decenas de antecedentes vuelven a actuar sin freno. Los ciudadanos sienten que la seguridad se resquebraja mientras los delincuentes reinciden con total tranquilidad.

La multirreincidencia, un problema estructural en Cataluña

Un tercer usuario lanzó un comentario cargado de ironía: “Supongo que eran Joan, Pere y Josep”.

El mensaje, en clave sarcástica, refleja la percepción ciudadana sobre el origen de los reincidentes. Y los datos lo respaldan: un 57% de los reincidentes patrimoniales son magrebíes, y en Barcelona el 91% de arrestados por hurtos y el 83,5% por robos violentos son extranjeros. A su vez, más del 78% de las detenciones corresponden a personas no españolas, confirmando que la realidad supera con creces la ironía de las redes.

La multirreincidencia es uno de los mayores problemas de seguridad en Cataluña. En ciudades como Barcelona, más de la mitad de los detenidos por delitos patrimoniales ya tenían antecedentes previos. Muchos acumulan decenas de arrestos sin pasar por prisión.

Este patrón erosiona la convivencia y multiplica la inseguridad en barrios y municipios. Comerciantes y vecinos denuncian que viven en una especie de “ley de la selva”, donde los mismos delincuentes circulan libremente pese a su historial. La policía hace su trabajo, pero la justicia parece no acompañar.

Un PSC ambiguo

El silencio del Govern ante la multirreincidencia alimenta la indignación ciudadana. Mientras los Mossos detienen a los mismos delincuentes una y otra vez, la administración no aplica medidas efectivas. Esta falta de acción transmite que la seguridad no es una prioridad y aumenta la sensación de impunidad.

La diputada del PSC, Mercè Perea, ha señalado que la multirreincidencia “exige una respuesta clara y eficaz” sin recurrir al “populismo punitivo”. Defiende combatir grupos criminales organizados, pero advierte que endurecer penas sin análisis no sirve. Su postura refleja la ambigüedad del PSC: reconocer el problema sin comprometerse a soluciones contundentes.

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