
Toda la verdad sobre el caso de Carme Blanch: el 'Crims' de hoy de Carles Porta
El próximo episodio de 'Crims', conducido por Carles Porta, abordará el caso de Carme Blanch, el cual mantuvo a la sociedad catalana en vilo
El próximo programa de Crims, presentado por Carles Porta, traerá un crimen estremecedor que mantuvo a la sociedad catalana pendiente durante años. El nuevo episodio, titulado Libèl·lula, abordará el caso de Carme Blanch, una mujer que fue brutalmente asesinada en Vilassar de Dalt en 2010.
Este crimen, en apariencia incomprensible, fue el punto de partida para una investigación que, con el tiempo, destapó secretos oscuros y un motivo oculto detrás de la tragedia. De esta manera, Carles Porta "posarà llum a la foscor", ya que la verdad no prescribe nunca.
Carles Porta y el asesinato de Carme Blanch
El 12 de noviembre de 2010, Carme fue encontrada en su cama, muerta a puñaladas mientras dormía. La escena del crimen era macabra: la sábana de la cama estaba empapada en sangre, y su cuerpo presentaba múltiples heridas.
Aunque los Mossos d’Esquadra no encontraron pruebas inmediatas, como huellas dactilares o ADN, ni el arma homicida, la evidencia apuntaba a que no se trató de un robo. Fue en este contexto que comenzaron a aparecer las primeras sombras de sospecha sobre Joan, el marido de Carme.

Tras varios meses sin avances, en marzo de 2011, Joan fue arrestado, aunque salió en libertad con cargos debido a la falta de pruebas concluyentes. Esta detención no solo sorprendió a la familia de Carme, sino que también sembró dudas entre los allegados de Joan.
Especialmente entre Núria, prima de la víctima, y su marido Josep, quienes, al igual que Carme, lo consideraban cercano. Sin embargo, lo que parecía ser un caso de violencia machista pronto dio un giro inesperado gracias a la insistencia de la familia de Carme.

Una libélula tuvo un papel fundamental en la investigación
A lo largo de la investigación, los Mossos d’Esquadra descubrieron una relación oculta entre Joan y Sandra, la cuidadora de los padres de Joan. Esta mujer, cuyo nombre resonaría en los días siguientes, se convirtió en una pieza clave para entender el móvil del asesinato.
El deseo de Joan de estar con Sandra y la ambición por heredar los bienes de Carme, lo llevaron a una decisión: acabar con ella. Los investigadores consiguieron pruebas contundentes, incluyendo grabaciones y testimonios, que confirmaron la relación entre Joan y Sandra.

Además, una libélula tuvo un papel crucial que se entrelaza con la historia de Carme. Este insecto aparece de manera significativa en el broche que Carme llevaba, el cual no desapareció durante el asesinato. Y es que, más tarde, fue encontrado en posesión de Sandra, la amante de su marido.
La culminación de este crimen fue el juicio en la Audiencia de Barcelona, donde Joan fue condenado por asesinato y Sandra por encubrimiento. El caso, que parecía destinado a quedar en el olvido, se reabrió gracias a la tenacidad de quienes no dejaron de buscar justicia para Carme.
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