
Comunicado urgente sobre el estado de salud del Papa Francisco: ‘Necesita volver a…’
El Vaticano ha tomado medidas especiales para garantizar un entorno seguro y adecuado para la recuperación del Papa Francisco
La salud del Papa Francisco sigue siendo motivo de atención en el Vaticano. Aunque ya ha recibido el alta hospitalaria, su recuperación aún requiere tiempo y cuidados. En su reciente aparición pública ya se pudieron ver algunos signos de mejoría, pero también se evidenció que todavía enfrenta desafíos físicos.
El Pontífice, de 88 años, estuvo hospitalizado durante 38 días debido a una neumonía bilateral. A lo largo de todo este tiempo, se han tomado precauciones extremas para proteger su bienestar. Ahora, tras regresar a su residencia, han informado de cuál es la última hora sobre su delicado estado de salud.

La recuperación del Papa Francisco está siendo vigilada de cerca: “Necesita volver a aprender a hablar”
El cardenal Víctor Manuel Fernández explicó que “el Papa está muy bien, pero el oxígeno de alto flujo lo reseca todo. Necesita volver a aprender a hablar, pero su estado físico general es el mismo de antes”. El tratamiento que sigue el Pontífice, aunque es necesario, ha afectado su capacidad vocal y le ha causado molestias, según informa La República.
El Vaticano ha decidido extremar las precauciones y ha convertido su apartamento en la residencia de Santa Marta en un auténtico “búnker”. Solo un grupo reducido de personas con autorización podrá acceder a la zona. Esta medida busca evitar cualquier riesgo que pueda comprometer su recuperación.
Durante su hospitalización, el Vaticano solo publicó un breve audio en el que su voz sonaba debilitada. Sin embargo, en su última aparición, aunque su tono seguía siendo ronco, su dicción había mejorado ligeramente. Su condición aún es delicada, pero la atención médica constante le permitirá avanzar poco a poco.

Un regreso lleno de emoción
El pasado fin de semana, el Papa Francisco hizo su primera aparición tras recibir el alta. En silla de ruedas, con el rostro hinchado, pero con una sonrisa, saludó a las personas que se congregaron en el hospital. Levantó el pulgar en señal de victoria y bendijo a la multitud que lo aclamaba.
No estaba previsto que hablara, pero la emoción le llevó a dirigirse a los presentes, con voz débil y pausada, exclamó: “¡Gracias a todos!”. Uno de los momentos más emotivos se produjo cuando reconoció entre la multitud a una mujer que había rezado por él. Al verla, le dedicó unas palabras de agradecimiento “Veo a esta señora con las flores amarillas ¡Brava!”.

Después de su salida, hizo una breve parada en la Basílica de Santa María la Mayor. Allí, oró ante la imagen de la Salus Populi Romani, un icono al que acude en los momentos más difíciles. Posteriormente, regresó al Vaticano, donde comenzó su período de aislamiento para continuar con su recuperación.
Ahora, con una agenda reducida y un seguimiento médico permanente, el Papa afronta un nuevo reto. La paciencia y el descanso serán claves en este proceso. Mientras tanto, el mundo sigue pendiente de su evolución y rezando por su pronta recuperación.
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