Algo pasa... Lo que le pedimos a 'Ni que fuéramos' en su llegada a las tardes de TVE

Desde hace semanas, el rumor de que 'Ni que fuéramos' aterrizará en las tardes de La 1 de TVE no deja de ganar fuerza.  Según la revistaLecturas, el recién nombrado director de TVE, Sergio Calderón, está explorando todas las opciones para revitalizar una franja horaria que se ha convertido en un páramo de audiencia. Y todo apunta a que  el corazón será el motor de las tardes de la cadena pública, con un formato capitaneado por María Patiño y Belén Esteban. Pero ¿cómo debería ser este nuevo programa si quiere estar a la altura de su predecesor y, al mismo tiempo, reinventarse para un público más amplio y diverso?

Si algo nos ha enseñado 'La Revuelta' es que cuando algo funciona y hay talento en el ADN del equipo, no hace falta toquetearlo demasiado. Es por ello que el núcleo duro y los pilares de 'Ni que fuéramos' deberían mantenerse en su llegada a La Primera: una tertulia enérgica y desenfadada, con colaboradores que sepan leer la actualidad del corazón con el mismo descaro y mordacidad de siempre. María Patiño como presentadora es una elección natural por su experiencia y su característico humor. Y Belén Esteban, por supuesto, tiene que seguir teniendo esa presencia omnisciente que convierte cualquier situación cotidiana en un fenómeno viral.

¿Y los demás? Es imprescindible seguir contando con los históricos: Kiko Matamoros, Lydia Lozano, Kiko Hernández, Chelo García Cortés, Víctor Sandoval... Pero también rascar en la competencia, robando algunos nombres destacados a Atresmedia, como Gema López o Laura Fa. Además,  nutrir al programa de un buen equipo de reporteros a pie de calle, deslenguados, sinvergüenzas que aporten inmediatez y frescura a las narrativas del directo metiendo el micrófono donde no les llaman.

Telecinco y Antena 3 se pelean por ser la cadena triste

Aunque el esqueleto del programa no necesite grandes revoluciones, sí sería necesario  refrescar la manera en la que se cuenta la actualidad del corazón.  Fabricantes tiene la oportunidad de aprovechar su salto a la televisión pública para volver a demostrar que son revolucionarios en esto de la tele. Si algo demostró 'Sálvame' fue  la capacidad de sorprender con giros, bromas y momentos de televisión pura.  Eso tiene que volver, pero sin caer en las broncas que terminaron desgastando el formato original.

La alegría debe ser el motor del programa.  Queremos discusiones, sí, pero sin ese poso de toxicidad que en ocasiones dominaba en la etapa más dura de Mediaset. Un programa que te mantenga despierto, que luche contra la siesta a la que te abocan 'TardeAR' y 'Y ahora Sonsoles'. Y que no falten los juegos, los disfraces, las pruebas absurdas que saquen a los colaboradores de quicio.

Algo pasa con las exclusivas...

Un punto crucial para el éxito de este nuevo espacio será su capacidad de ofrecer exclusivas de calidad. Esto requiere un equipo de investigación, redacción y producción sólido, que sepa dónde buscar y cómo cebar una buena noticia sin defraudar al espectador. Esas tardes en Telecinco  girando alrededor de un sobre, una grabación misteriosa o el testimonio de un testigo protegido eran un espectáculo en sí mismas. Queremos volver a vivir esa expectación y para ello hace falta información de calidad.

Si 'Ni que fuéramos' llega a TVE, da el salto a la primera división. Y eso son palabras mayores. Tienen que volver a demostrar que son los mejores en esto, contando con las mejores fuentes y los mejores invitados.  Y de ello depende, también, contar con un buen presupuesto.  Obviamente, no podrán competir contra el pozo sin fondo que es el presupuesto de '¡De viernes!', pero sí ser avispados y pelear por buenos Scoop (solo en '¡De viernes!' utilizan esta pijada de término). 

Ser la cuna de la diversidad en televisión

'Sálvame' se convirtió en un refugio para quienes no se sentían representados en otros programas y cadenas de televisión. Ese legado no puede perderse. El nuevo formato debe seguir siendo un espacio inclusivo, que celebre la diversidad en todas sus formas. Un programa de rojos y maricones, como diría aquel cuando todavía formaba parte de todo esto.

El nuevo 'Sálvame' en La 1 tiene que hacer sentir a Jorge Javier Vázquez  que se equivocó quedándose en Mediaset. Que desee ser un rostro más de la pública. Consumar la conversión de La Primera en la cadena de moda, la cuna de la televisión que entretiene de verdad.

La magia de la imperfección

Por último, algo que no debe cambiar es esa imperfección tan característica, pero bien medida, que hizo de 'Sálvame' un fenómeno único.  Los zooms exagerados, los efectos de sonido inesperados, los planos improvisados desde los pasillos... Todo esto contribuye a esa sensación de espontaneidad que tanto echamos de menos en la televisión actual. Que no tengan miedo de ser imperfectos, porque ahí está su auténtica magia.

En definitiva, 'Ni que fuéramos' tiene el reto de devolver la vida a las tardes de la televisión generalista y reenganchar a una audiencia que busca algo más que el algodón de azúcar que ofrecen otros programas. Si consiguen combinar la esencia de 'Sálvame' con un enfoque renovado y una buena dosis de alegría y creatividad, pueden lograrlo. Al fin y al cabo, lo que le pedimos no es tan complicado: que nos vuelvan a entretener.