El regreso a 'La Promesa' que ha dado un giro de 180º al futuro de Eva Martín

'La Promesa' atraviesa un punto clave en su historia, ya que algunos de los secretos más importantes desde el inicio de la serie están a punto de desvelarse. Para ello, la serie de La 1 ha recuperado a un personaje fundamental que desapareció en los primeros capítulos. El misterio del primer asesinato finalmente verá la luz tras más de 500 episodios.

Como los seguidores recordarán,  la marquesa de Luján acabó con la vida de Tomás  utilizando un abrecartas cuando este intentó exponer el crimen de Dolores y el robo de su bebé. Ahora, gracias al descubrimiento de la habitación secreta y la investigación de Jana, la verdad está a punto de salir a la luz.

Por esta razón,  'La Promesa' ha contado con el sorpresivo regreso de Jordi Coll, quien interpretó a Tomás en los primeros capítulos de la historia. Su reaparición ha permitido recrear minuciosamente los acontecimientos en torno a su muerte. En el episodio emitido este martes, los espectadores pudieron ver una reconstrucción exacta de aquel fatídico momento, con imágenes inéditas de Tomás y Cruz.

La marquesa lo asesinó sin piedad para evitar que revelara lo que sabía,  pero no pudo encargarse del cuerpo por sí sola. Para ello, contó con la ayuda de Petra.

En plena noche, Cruz descendió a la zona de servicio en busca de su doncella personal, quien no titubeó a la hora de ayudarla. Además, se han mostrado imágenes nunca vistas hasta ahora de ambas trasladando el cadáver, envolviéndolo en una alfombra y llevándolo hasta el invernadero. Petra limpió la escena del crimen, pero en la estancia secreta no fue tan meticulosa y descuidó el eliminar pruebas, algo que tendrá graves repercusiones tras los descubrimientos de Jana.

Para prepararse para esta breve, pero significativa intervención, Jordi Colla decidió volver a ver el capítulo en el que su personaje moría. "Quería recordar todo lo que pasaba, lo que decía, la tensión que mantenía con Cruz...", señala en una entrevista en RTVE.

"Lo que dicen de cuánto menos tienes, más difícil es, es cierto. Al tener muchas secuencias con mucho texto siempre tienes la oportunidad de mostrar un matiz diferente en cada una. Sin embargo, no decir ni una palabra y solo buscar las miradas es complicado porque no sabes hasta qué punto estás haciendo poco o mucho", añadía Jordi Coll.