
Xisco, el joven diagnosticado con cáncer y metástasis: '¿No voy a llegar ni a los 30?'
Xisco Quesada comparte con sus seguidores el día a día de su lucha contra esta dura enfermedad, que le cambió la vida
La vida de Xisco Quesada dio un giro inesperado en cuestión de días. Lo que hasta entonces había sido una rutina tranquila y saludable se transformó en una carrera contrarreloj. Nunca imaginó que un simple dolor abdominal cambiaría por completo su existencia.
El 5 de junio, a sus 28 años, Xisco recibió un diagnóstico devastador: un cáncer de páncreas con metástasis en el hígado. Hasta ese momento, se consideraba un joven sano y activo, muy aficionado al deporte. La noticia le hizo sentir que el mundo se derrumbaba a su alrededor y que el tiempo corría en su contra.

El diagnóstico que cambió todo
Todo comenzó con un dolor abdominal que los médicos relacionaron al principio con gastritis o con la sobrecarga de su actividad física. Sin embargo, las pruebas posteriores revelaron una realidad mucho más grave: "tienes un tumor, que ha hecho metástasis en el hígado y no se puede operar", le comunicaron.
Xisco recuerda aquel instante con dolor y angustia. "Sentí que se me caía el mundo", confesó. Además, recordó la mezcla de miedo y desconcierto que lo invadió en ese preciso momento.
El joven mallorquín no solo afrontaba la enfermedad, sino también la responsabilidad de su familia. Con dos hijos pequeños y su pareja a su lado, la sensación de impotencia se mezclaba con la necesidad de luchar. En pocos días, inició una quimioterapia intensa que marcaría el inicio de una nueva etapa en su vida.
Redes sociales como altavoz de esperanza
Lejos de aislarse, Xisco decidió compartir su historia en redes sociales. Un vídeo en el que relataba su experiencia acumuló más de 137.000 visualizaciones en pocas horas. Su objetivo no era generar pena, sino inspirar a quienes atraviesan situaciones similares.

El joven confiesa que ese proceso le hizo replantearse la vida y valorar cada momento. En apenas 72 horas, experimentó un torbellino de emociones: recibió el diagnóstico, pidió matrimonio y celebró el primer cumpleaños de su hijo pequeño. “¿Tengo 28 años y no voy a llegar ni a los 30?”, se preguntaba mientras lidiaba con la dureza de la realidad.
A pesar del golpe inicial, los últimos informes médicos le han dado motivos para la esperanza. El tumor en el páncreas y la metástasis hepática han disminuido de tamaño, una noticia que ha compartido emocionado con sus seguidores. Su mensaje en Instagram refleja gratitud: reconoce a su familia, a los sanitarios y a las personas que lo apoyan diariamente.
Xisco ha encontrado en la comunicación digital una forma de sobrellevar su enfermedad. Con más de 160.000 seguidores en Instagram y 55.000 en TikTok, utiliza estas plataformas para mostrar que, incluso en las situaciones más difíciles, hay espacio para la lucha y la resiliencia. Su historia se ha convertido en un recordatorio de que, aunque la vida cambie de forma inesperada, siempre es posible encontrar fuerza y esperanza.
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