
Abel, el héroe de 35 años que murió luchando contra las llamas: 'La vida no es justa'
El voluntario falleció en el incendio que arrasa el sur de León, dejando un profundo vacío en todo el país
Conmoción absoluta en León, donde un violento incendio forestal lleva varias horras arrasando el sur de la provincia. El fuego se propagó desde Zamora y varias localidades se han visto obligadas a evacuar, mientras los equipos de emergencia trabajan sin descanso. Las llamas empezaron a arder el pasado domingo en Molezuelas de la Carballeda y desde entonces no han dejado de avanzar.
Y por si todo ello no fuera suficiente, la tragedia ha golpeado con más fuerza a toda la región. Las autoridades confirmaron el tráfico fallecimiento de un joven voluntario que luchaba contra el fuego. Se trata de Abel Ramos, que se había sumado a las tareas de extinción sin dudarlo ni un segundo.

Abel, el voluntario que perdió la vida luchando contra el fuego
El joven Abel, de 35 años, se encontraba colaborando como voluntario en las labores de extinción del incendio declarado en Molezuelas de la Carballeda, Zamora. El fuego había cruzado hacia la provincia de León y se extendía por varias zonas. Según explicó el consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, incluso aportó su propia desbrozadora al operativo.
Su entrega fue total, pero el fuego avanzó con rapidez. Dos frentes se unieron de forma repentina y lo sorprendieron en plena carretera de Nogarejas, dejándolo sin escapatoria. Pese a los esfuerzos inmediatos por rescatarlo, fue imposible salvarle la vida.
Otro compañero suyo resultó herido, aunque con lesiones menos graves, y recibió atención médica posteriormente. La noticia de su muerte corrió rápidamente por La Bañeza, su ciudad natal, y por toda la comarca.
Allí era muy conocido, tanto por su carácter afable como por su pasión por el mundo del motor. Participaba en competiciones y colaboraba de forma habitual como voluntario en distintas iniciativas.
Amigos y familiares despiden con emoción al héroe Abel
Sus vecinos lo describen como una persona que siempre estaba disponible cuando alguien necesitaba ayuda. Esa disposición le llevó, una vez más, a estar en primera línea frente a un incendio que amenazaba hogares y vidas.

Las redes sociales se han llenado de mensajes de despedida. Amigos y familiares han compartido fotos de Abel en carreras, en celebraciones y en momentos cotidianos. Sus amigos y compañeros del club han dejado mensajes de lo más emotivos para despedirlo.
El Ayuntamiento de La Bañeza ha expresado su pena y ha trasladado su pésame a la familia. También reconoció la valentía de Abel y su compromiso, destacando que su gesto refleja lo mejor del espíritu solidario de los pueblos.
Su muerte recuerda el enorme riesgo al que se enfrentan quienes combaten las llamas, sean profesionales o voluntarios. También pone de relieve que, más allá de las cifras y los partes oficiales, detrás de cada incendio hay historias personales que merecen ser contadas.
Abel Ramos deja un ejemplo de entrega que su gente no olvidará. En La Bañeza, el dolor es profundo, pero también el orgullo por haber tenido entre sus vecinos a alguien que no dudó en arriesgarlo todo para proteger a los demás.
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