
Nada es lo que parece en AT&T: miles de americanos temen que esto les pueda afectar
En los últimos tiempos han cambiado mucho las cosas en la empresa y los trabajadores no dudan en mostrar su inquietud
Una de las compañías más importantes de telecomunicaciones en Estados Unidos está atravesando un momento complicado. Aunque no se trata de una caída de red ni de un fallo técnico, lo que está ocurriendo dentro de AT&T ha generado preocupación. Tanto entre sus empleados como entre sus clientes.
Y es que no se habla de otra cosa. La manera en que la empresa está gestionando su plantilla ha encendido las alarmas.
Lo que parecía ser una estrategia de reorganización interna ha terminado provocando un profundo malestar entre miles de trabajadores. En las últimas semanas, plataformas como Reddit se han llenado de mensajes que reflejan un creciente sentimiento de frustración. Sobre todo entre los empleados del operador.

El problema de AT&T que debe resolver
Todo comenzó tras un memorando enviado por el CEO, John Stankey, en el que se pedía "ser disruptivos" y adaptarse a los nuevos objetivos de la compañía. El mensaje también dejaba claro que quienes no compartan esa visión podrían plantearse dejar la empresa.
Estas declaraciones no sentaron nada bien. Especialmente porque se produjeron en el contexto de una estricta política de regreso a la oficina que muchos consideran excesiva.
Desde enero de 2025, los empleados deben asistir a la oficina cinco días por semana. Pero la realidad es que muchas sedes, como la de Atlanta, no están preparadas para esa carga. Trabajadores han denunciado falta de escritorios, aparcamientos saturados y esperas interminables para usar los ascensores.
Algunos llegan a las 6 de la mañana solo para encontrar un lugar donde sentarse. Además, se prohíbe personalizar los espacios de trabajo, y cualquier objeto dejado se retira automáticamente.

Internamente, se ha sabido que AT&T asignó más empleados que escritorios, esperando que no todos acudieran cada día. Esta medida ha sido vista por algunos como un intento indirecto de recortar personal sin despedir directamente. Empujarían a los trabajadores a renunciar por incomodidad o agotamiento.
Las quejas van mucho más allá de la presencia física en la oficina. Algunos empleados denuncian reubicaciones forzadas, falta de oportunidades de crecimiento, externalización de empleos a otros países. Además de una desconexión cada vez mayor con los equipos directivos.
Puede afectar a los clientes
Todo esto se suma a una crisis de confianza entre la plantilla y la dirección. Algunos temen que el deterioro del ambiente laboral pueda derivar en un impacto real sobre la calidad del servicio que reciben los clientes. De hecho, muchos recuerdan el apagón masivo del 22 de febrero de 2024, cuando millones de usuarios se quedaron sin servicio durante 12 horas.
Esa interrupción fue una señal de advertencia para muchos. Y ahora, con los crecientes problemas internos, algunos clientes temen que situaciones como aquella puedan repetirse. Porque cuando quienes están detrás del servicio no se sienten escuchados ni valorados, es probable que eso acabe notándose en la experiencia del usuario.
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