Los vecinos de un barrio de Barcelona tomado por la okupación dicen basta
Cataluña se ha convertido en paraíso de la delincuencia y los ciudadanos sufren las consecuencias
La complacencia de las autoridades catalanas hacia la okupación ha convertido Cataluña en el paraíso de la delincuencia. Partidos que han estado en el gobierno, como la CUP, hicieron incluso manuales de okupación. También los Comunes, que gobernaron en Barcelona durante casi una década, blanquearon la okupación creando espacios de impunidad para la delincuencia en muchos barrios.
Esta misma semana hemos asistido a un espectacular tiroteo en la Mina, relacionado con la okupación y las bandas criminales. Desafortunadamente, no es un caso aislado.
Los vecinos de la Verneda Alta han dicho basta ante la imparable degradación de su barrio y se han organizado para frenar a los okupas. Lo ha desvelado la periodista Ángela Vázquez en Metrópoli Abierta. Los vecinos han anunciado futuras movilizaciones para reclamar a las autoridades respuestas urgentes a su problemática.
Los vecinos en rebeldía plantean varios problemas que han llevado a una acelerada degradación del barrio en los últimos tiempos. Pero todo empieza con la okupación, que señalan como el principal problema y el más urgente.
El calvario de los vecinos
Los okupas generan problemas de convivencia, especialmente en la zona de la calle de Ca N’Oliva. Hace dos años que los okupas irrumpieron con fuerza en varios locales y desde entonces se han hecho fuertes provocando incidentes con los vecinos.
En uno de los locales entra y sale gente con frecuencia, y en otro hay un negocio de venta de marihuana. Son solo un ejemplo del drama diario que tienen que sufrir el resto de los inquilinos, que sí pagan alquiler o sus correspondientes impuestos como propietarios.
Como suele ocurrir en estos casos, los enfrentamientos entre los vecinos y los okupas son frecuentes y aumentan la sensación de inseguridad. Los okupas amenazan al resto de inquilinos, que tienen que sufrir problemas de ruido, fiestas y peleas. Por si fuera poco, denuncian insalubridad y cosas peligrosas como el uso de gas butano o los habituales pinchazos de la luz.
El problema se traslada a las naves industriales aledañas, donde al parecer se celebran fiesta periódicamente. Una de ellas desencadenó recientemente un incendio en una gasolinera.
El drama de la okupación en Cataluña
Los vecinos han dicho basta y se han puesto en pie de guerra para parar los pies a los okupas y devolver la tranquilidad al barrio. El caso ha salido a la luz gracias a este reportaje de Metrópoli Abierta, pero no es un caso aislado.
El drama de la okupación se extiende a muchos otros barrios de Barcelona y a otras ciudades de Cataluña. Varios factores explican el por qué del problema.
Uno es el que apuntábamos inicialmente, la connivencia que durante años han tenido las autoridades con la okupación en Cataluña. Especialmente en Barcelona, donde se han creado espacios de impunidad para los okupas. Este tipo de delincuencia genera problemas de convivencia con los vecinos y da pie a otros delitos como el tráfico de drogas.
Otro de los factores es la ley que ampara a los delincuentes y desprotege a los propietarios. Esto es así porque la ley es antigua y no se adapta a la realidad actual donde la okupación campa a sus anchas. Pero mientras en Europa los países han adaptado su legislación, en España los gobiernos se niegan a hacerlo.
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