Dos policías con uniformes de alta visibilidad observan una calle urbana.
POLÍTICA

Varios ayuntamientos catalanes se ponen serios con la inseguridad

Cada vez más localidades se apuntan a la seguridad inteligente

Salvador Illa llegó a la Generalitat con la promesa de revertir la inseguridad creciente en las calles. Con los meses se ha demostrado que, pese a las buenas intenciones, el proceso será largo y paulatino. Mientras llegan los resultados, algunos ayuntamientos ya se están poniendo las pilas para mejorar la seguridad.

Y es que el aumento de la delincuencia ha convertido el ambiente en irrespirable en muchas localidades catalanas. Según las últimas encuestas del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), cada vez más catalanes cambian de hábitos por miedo a ser víctimas de un delito.

Un factor principal del auge de la delincuencia es la multirreincidencia, que exige más mano dura por parte de las autoridades.

Policías deteniendo a dos personas contra una pared.

Por eso, cada vez más municipios están incorporando la seguridad inteligente a su gestión del orden público. Esto incluye lectores de matrículas y cámaras de reconocimiento facial, entre otros métodos.

Una localidad pionera está siendo Cabrera de Mar, modelo de éxito que muchos otros están copiando. El ayuntamiento gobernado por Junts ha conseguido reducir un 63% los robos con fuerza en domicilios y un 50% los atracos. La clave ha sido aplicar la mano dura, y los nuevos métodos de seguridad inteligente. 

Cada vez más municipios mejoran sus sistemas

Por ejemplo, se cruzan los datos de la policía local para montar operativos especiales en los lugares donde se cometen más delitos. Esto, sumado a la lectura de matrículas y las cámaras de videovigilancia que permiten identificar a los delincuentes.

La estrategia se está extendiendo a otros municipios como el de Vila-seca, donde el 30 de diciembre se firmó la instalación del sistema de videovigilancia en la calle. Esto permitirá no solo sancionar a los vehículos que cometan irregularidades, sino también abortar la comisión de delitos. 

Otra localidad que se está tomando la seguridad en serio es El Vendrell, en la provincia de Tarragona. Al acopio de cámaras de seguridad se une un avanzado sistema de inteligencia artificial y reconocimiento facial que entrará en vigor este verano.

Tanto Vila-seca como El Vendrell prevén reducir significativamente la criminalidad gracias a estos sistemas de blindaje. Se trata de proteger las zonas más concurridas y sometidas a la inseguridad. Otros municipios como Barcelona y Castelló d’Empúries se suman a la seguridad inteligente.

En el caso de Castelló d'Empúries, recientemente se instalaron 77 cámaras de seguridad, 12 de las cuales lectores de matrículas. Se trata de un proyecto pionero con una sala de mano en la Policía Local donde se monotorizan los dispositivos en tiempo real.

La seguridad ya no es un tabú en Cataluña

Todos estos municipios se coordinan con la Comisión de Control de Dispositivos de Videovigilancia de Cataluña. Supone un paso adelante en la gestión de la seguridad y el orden público a nivel municipal en Cataluña, en un momento especialmente delicado.

Evidencia también que en Cataluña se ha roto el tabú sobre la seguridad y las autoridades empiezan a tomarse la cuestión en serio. El aumento de la inseguridad en Cataluña se debe a años de permisividad, por la hegemonía del discurso antipunitivista de la izquierda. Ahora ha cambiado el paradigma, y cada vez más ayuntamientos se apuntan a la mano dura para priorizar la seguridad de los ciudadanos.

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