Los últimos datos de criminalidad en Cataluña dejan en evidencia a la izquierda
Los homicidios y los delitos de lesiones subieron pese al relato oficial que niega el problema de la delincuencia
Las políticas buenistas de los últimos gobiernos en Cataluña han traído como consecuencia un auge de la criminalidad. Por eso los partidos en el gobierno, especialmente la izquierda, han insistido en que en Cataluña no había un problema con la delincuencia. Y han acusado de racistas y ultraderecha a todo aquel que osara denunciar la degradación de la seguridad.
La situación se agravó durante el último año bajo el mandato de Esquerra y con Joan Ignasi Elena al frente de Interior. Pero incluso durante la oleada de apuñalamientos y homicidios que azotó Catañuña, la izquierda siguió negando que hubiera un problema de seguridad.
Los últimos datos ofrecidos por el Ministerio del Interior desmontan el relato oficial y evidencian que sí hay un problema en Cataluña.
Los homicidios subieron un 21,9% entre enero y septiembre de 2024, respecto al mismo período del año anterior. Los delitos de lesiones y las peleas tumultuarias subieron más de un 6%. Y aunque no hay datos específicos de los apuñalamientos, estas cifras demuestran que en Cataluña sí hay un problema de seguridad.
De las 'percepciones' a los datos
Partidos como ERC, la CUP y los Comuns, pero también medios como TV3 y RAC1, han sido los voceros de la teoría de las percepciones. Afirman que no hay un aumento de la delincuencia, sino bulos que alimentan la "percepción" de inseguridad para criminalizar a colectivos vulnerables. Pero los datos se entestan en refutar estos argumentos.
Durante los primeros nueve meses del año la criminalidad en Cataluña aumentó un 1,2%, en especial los homicidios y las agresiones sexuales. También hay un repunte de los secuestros y el tráfico de drogas. Además crecen las peleas tumultuarias, que son uno de los principales factores de la percepción de inseguridad entre la ciudadanía.
Los partidos y los medios de la izquierda siempre defendieron que no había un auge de la delincuencia sino simples percepciones. Esto era refutado diariamente en las redes sociales, con pruebas gráficas de robos, agresiones y otros delitos.
Ahora las cifras oficiales apoyan el sentir mayoritario de la población, cada vez más alejado de los partidos en el poder y sus terminales mediáticos. Esto coincide con una pérdida de prestigio de estos medios, y un castigo en las urnas de estos partidos.
Cambio en Interior
Quien sí reconoció un problema con la delincuencia fue el PSC, que apenas aterrizado en el Govern de la Generalitat dio un giro a las políticas en Interior. Empezando por reconocer el problema, y aplicando planes de choque para rebajar la curva delincuencial.
Uno de estos planes fue enfocado a las armas blancas, otro a la lucha contra el crimen organizado y otro contra la okupación. Recientemente se ha aprobado otro plan contra la multirreincidencia, consistente en crear nuevos juzgados para acelerar los juicios rápidos.
Todo esto ha demostrado que mientras acusaban a la "extrema derecha" de generar alarma y discursos de odio, estaban aumentando los delitos en la calle. Quienes sufren la inseguridad son los ciudadanos, sobre todo en los barrios humildes, que pagan sus impuestos y ven condicionada su vida diaria. Según las últimas encuestas del CEO, cada vez más catalanes cambian sus hábitos por miedo a sufrir un delito.
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