Teatro de París invita a 250 inmigrantes a un acto y estos acaban okupando el recinto

Historia surrealista la que nos llega desde Francia. El teatro Gaîté Lyrique de París, considerado un espacio de la izquierda radical parisina, se encuentra al borde la bancarrota por culpa de 250 inmigrantes que han okupado el espacio.

Todo empieza hace cinco semanas, concretamente el 10 de diciembre. Este teatro, conocido por su programación ideológicamente izquierdista, invitó a 250 inmigrantes para que asistieran de forma gratuita a un acto sobre los refugiados. "Reinventar la acogida de refugiados a Francia", se titulaba. Y participaron académicos, activistas y miembros de la Cruz Roja.

Una vez terminó el acto, este grupo de extranjeros fue negó a abandonar el edificio, construido en el siglo XIX. Decidieron okupar el teatro y ya llevan allí cinco semanas. Y no parece que la okupación vaya a terminar pronto. Algo que está generando muchos problemas a la compañía encargada del espacio.

Desde ese 10 de diciembre, el teatro ha tenido que cancelar toda la programación que tenía prevista. Según informan varios medios como The Times, Daily Mail o GB News, la situación financiera empieza a ser alarmante para el teatro. Tienen unos 60 trabajadores i un 70% de los ingresos que reciben provienen de las entradas de los espectáculos que ahora han tenido que cancelar. A pesar de la situación, más sorprendente ha sido la respuesta de los responsables del espacio.

Desde Gaîté Lyrique admiten que la situación es preocupante. Se han ido sumando inmigrantes a la protesta y reconocen que la cifra de okupas ya supera los 300, la mayoría procedentes de antiguas colonias francesas en África. "Las condiciones sanitarias empeoran día a día", afirman. Eso sí, consideran que "impensable" que desde el teatro se impulse un desalojo de los okupas porque "estamos en pleno invierno".

De este modo, la dirección de teatro se enfrena un dilema importante. Por un lado, ideológicamente apoyan la okupación de estos inmigrantes. Por el otro, si la situación se alarga mucho más, las consecuencias para el Gaîté Lyrique, del que dependen decenas de trabajadores, pueden ser extremadamente graves.