Situación insostenible en las cárceles catalanas: oleada de agresiones a funcionarios

Violencia. Esta sería una de las palabras que define mejor el inicio de año que se está viviendo en las cárceles catalanas. Desgraciadamente, las agresiones de reclusos a funcionarios no es algo nuevo, pero es que la situación en los centros penitenciarios en estos pocos días de 2025 que llevamos es ya insostenible.

Según ha podido saber E-Notícies, en los primeros 9 días de año ha habido 13 funcionarios de prisiones agredidos en las cárceles catalanas por parte de delincuentes. 

El primer fin de semana del 2025, un preso marroquí agredió a tres trabajadores de la cárcel de Ponent, en Lérida, tras provocar un incendio. Otro recluso, también marroquí y con varios antecedentes acumulados, agredió a tres funcionarios más en Brians 2. Finalmente, otro delincuente atacó a la jefa de unidad de Puig de les Basses (Figueres). Fueron 7 agresiones en tan solo un fin de semana.

El pasado miércoles también fue negro en este sentido. En el centro penitenciario de Lledoners hubo hasta tres agresiones. Dos de ellas, según ha podido saber E-Notícies, cuando dos trabajadores intentaron separar una pelea entre reclusos. Uno de los funcionarios acabó con una fisura en las costillas. No fue la única fisura de costillas que hubo ese día en esa cárcel. Según relatan fuentes penitenciarias a este periódico, un  preso de origen magrebí pegó al jefe de servicios después de negarse a bajar al patio con el resto de internos. La violencia del delincuente en cuestión acabó con otra costilla rota por parte del funcionario.

Ese mismo día, en Quatre Camins también se produjo otro incidente. En esta ocasión, un recluso se negó a ser asistido médicamente para tratar su diabetes y acabó pegando a dos funcionarios. Por último, en el centro de Puig de les Basses se volvió a vivir una agresión a un trabajador. En este caso, la víctima es una trabajadora que ya fue agredida anteriormente. De este modo, el triste balance en este inicio de 2025 es de 13 agresiones en apenas 8 días en los centros penitenciarios catalanes.

"Es un drama", afirman fuentes penitenciarias a E-Notícies. Los trabajadores, especialmente desde el asesinato de Núria en marzo del año pasado, siguen protestando para pedir más medidas de seguridad a la Generalitat. Unas medidas, pero, que de momento brillan por su ausencia. "No hay ninguna respuesta por parte de la administración", se quejan unos trabajadores, hartos de jugarse la vida por el simple hecho de ir a trabajar.