Un grupo de personas en una manifestación sosteniendo un cartel amarillo con un mensaje en catalán.
POLÍTICA

La situación en el barrio de Sant Antoni (BCN) es tan grave que ni TV3 puede ocultarla

Los vecinos tiene miedo de que Sant Antoni se convierta en el segundo Raval de Barcelona

El deterioro del barrio de Sant Antoni ha alcanzado tal nivel que hasta TV3, poco dada a poner el foco en los fracasos municipales, ha tenido que informar sobre él. En un reciente reportaje, la cadena pública daba voz a vecinos y comerciantes que denuncian la degradación del entorno. Consumo y tráfico de drogas, venta ambulante, suciedad extrema y una creciente presencia de personas sin hogar con graves problemas de salud mental.

Desde por lo menos principios de 2024, en E-Notícies ya se alertaba de este fenómeno. Lo que para muchos es ahora una novedad, para los vecinos era una pesadilla de la cual daban puntual crónica. De este modo, se constata otra vez que redes sociales y medios de comunicación no-subvencionados se adelantan a los debates públicos.

Ni seguridad, ni limpieza, ni atención social

TV3 ha confirmado lo que ya era vox populi entre quienes viven y trabajan en Sant Antoni. En la superilla y los alrededores del mercado, personas sin techo duermen en el suelo, hacen sus necesidades al aire libre y, en muchos casos, consumen drogas. Los comerciantes denuncian la agresividad de estas personas, que en muchas ocasiones arrastran problemas psiquiátricos.

Personas organizando pertenencias en un espacio urbano con grafitis y tiendas cerradas.

Aunque el Ayuntamiento asegura haber reforzado los servicios de seguridad, limpieza y atención social, los vecinos insisten en que las promesas no se traducen en soluciones reales. Peor aún, muchos comerciantes afirman que la situación está espantando a la clientela. Las ventas bajan, la sensación de inseguridad crece y los problemas se cronifican.

Un proceso de degradación anunciado

En abril del año pasado, E-Notícies documentaba el caso de un sintecho que defecaba y se drogaba delante de una escuela pública. Pero es que, sorprendentemente, los servicios de limpieza tenían prohibido intervenir. Desde entonces, la situación ha ido a peor al amparo de las superillas.

Así, en noviembre de 2024, también era noticia cómo la famosa superilla, concebida como oasis peatonal, se había convertido en un punto caliente de delincuencia y suciedad. Influencers, asociaciones de vecinos y partidos de la oposición han intentado levantar la voz. Hoy, Sant Antoni es un ejemplo paradigmático del fracaso de las políticas de Colau, heredadas sin corrección por el actual alcalde Jaume Collboni.

Jaume Collboni, el alcalde de Barcelona, vestido con un traje azul y corbata, está sentado en un entorno interior con paredes de piedra y una puerta de madera decorativa al fondo.

La “ravalización” del centro de Barcelona avanza, y barrios como este ya comparten los mismos problemas que el Gòtic o la Barceloneta. Es decir, narcopisos, robos, insalubridad y abandono total del espacio público. La gravedad es tal que hasta la televisión pública ha tenido que informar, aunque tarde y con sordina. 

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