
Se disparan las agresiones sexuales en Figueres, donde su alcalde pide deportaciones
Jordi Masquef da voz a muchos alcaldes: hace falta una reforma legal desde el Congreso y 'mano dura'
Los últimos datos del Ministerio del Interior revelan un incremento alarmante de la criminalidad en Figueres durante el primer semestre de 2025. Entre enero y junio, las agresiones sexuales con penetración han aumentado un 60%, pasando de cinco a ocho casos. El resto de delitos contra la libertad sexual también han crecido con fuerza, registrando un incremento del 27,3%.
El repunte no se limita a los delitos sexuales. La ciudad ha visto triplicarse los homicidios en grado de tentativa y un alza del 37,5% en los robos con fuerza en domicilios. Aunque en términos globales los delitos se han mantenido prácticamente estables, los más graves son los que más aumentan.
Cataluña, epicentro de la violencia sexual
La situación de Figueres se enmarca en un problema más amplio que afecta a toda Cataluña. Las cuatro provincias catalanas encabezan desde hace tiempo las estadísticas de agresiones sexuales en España. En comparación con el resto del Estado, la diferencia es notable, con tasas muy superiores a la media nacional.

Según los datos más recientes, Gerona, donde se encuentra Figueres, presenta una de las cifras más altas del país, con 17,9 agresiones sexuales por cada 100.000 habitantes. En Lérida, la tasa asciende a 20 casos, mientras que Barcelona y Tarragona también superan con creces a la mayoría de provincias españolas. La tendencia confirma que se trata de un fenómeno estructural que no remite.
Expertos en salud pública han advertido en diversas ocasiones de que la violencia sexual se ha convertido en un problema social de gran magnitud. El director del Hospital Clínic de Barcelona declaró hace menos de un año que los datos eran "auténticamente demenciales". Más de la mitad de los casos denunciados son violaciones y, en la mayoría, ocurren en entornos que las víctimas consideraban seguros.
La respuesta política en Figueres
Ante este panorama, el alcalde de Figueres, Jordi Masquef, ha vuelto a mostrarse contundente en sus declaraciones sobre seguridad. El dirigente municipal ha defendido que la lucha contra la delincuencia requiere endurecer la legislación estatal. En particular, pide “mano dura” para los delincuentes multirreincidentes y la “expulsión” para los extranjeros que cometen delitos graves.

Masquef sostiene que su discurso no es xenófobo, sino una cuestión de justicia y proporcionalidad. Según su planteamiento, la sociedad debe funcionar como una hucha común en la que todos contribuyan y se beneficien en la medida de su aportación. Para el alcalde, quienes vienen de fuera y delinquen no pueden aprovecharse de los servicios públicos en los que nunca han contribuido.
El alcalde también reclama más recursos policiales y judiciales para frenar la escalada delictiva. Asegura que el Ayuntamiento no tiene competencias para legislar en materia penal, por lo que exige al Gobierno central reformas legales que permitan responder a la multirreincidencia. Ciertamente, hasta que no se produzca una reforma legal profunda no observaremos una mejora real de la situación.
Más noticias: