
Salvador Illa se va a Bruselas a ver a Puigdemont
Puigdemont necesita marcarse algún éxito para taponar la fuga que le provoca Aliança Catalana
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, viajará este martes a Bruselas para reunirse con el expresidente Carles Puigdemont. El encuentro se celebrará a puerta cerrada en la Delegación del Govern en la Unión Europea. Que la reunión no se celebre en Waterloo responde al deseo de Junts de darle al encuentro un aspecto más institucional.
Como es sabido, Puigdemont permanece en Bélgica desde septiembre de 2017, tras huir de la justicia española. La reunión llega pocos días después de que Illa reclamara públicamente la aplicación de la amnistía a todos los dirigentes del procés. Desde el Govern destacan que se trata de un dirigente político habilitado legalmente para ejercer representación.
Junts había solicitado la reunión de manera reiterada desde que Illa asumió la presidencia de la Generalitat. En viajes anteriores a Bruselas, el encuentro nunca se produjo, aunque Illa sí se reunió con otros expresidentes en Barcelona. El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha calificado la cita de “llegada tardía”.

Objetivo real: calmar a Puigdemont y ganar tiempo
Más allá de las buenas formas institucionales del presidente Illa, es evidente que esta reunión con Puigdemont tiene causas y efectos en Madrid. Así, hay que enmarcar la reunión en la dinámica general del PSOE con Junts. Y esta dinámica no es otra que obtener la amnistía (Junts) y ganar tiempo para la legislatura (PSOE).
En este sentido, la figura de Salvador Illa resulta muy útil a Sánchez para mantener amarrado a Puigdemont en el Congreso. Más todavía en un contexto como el actual, de inicio del curso político y una marcada debilidad del Gobierno en casi todos los frentes. Por no hablar de la ofensiva de los muchos casos de corrupción que afectan a Sánchez, empezando por su familia.
Así pues, el encuentro Illa-Puigdemont se sirve del formato institucional de la Generalitat para vehicular los pactos de investidura del PSOE. Por otro lado, Puigdemont necesita con cada vez más urgencia obtener resultados tangibles para taponar la fuga que le provoca Sílvia Orriols. En este sentido, los socialistas tienen multitud de carpetas abiertas, la mayoría diluidas en retrasos e incumplimiento parciales: Hacienda catalana, Rodalies, catalán en Europa, etc.
Finalmente, cabe destacar el aspecto simbólico. Y es que, desde el Govern, hablan de Puigdemont como figura "rehabilitada", no como un mártir procesista; al margen de que es Illa el que viaja en calidad de presidente. Este lenguaje refuerza implícitamente el relato general del PSC, es decir, que han llegado a Palau para pasar página y enterrar el procés, aunque sea con formas narcóticas.
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