Montaje de Puigdemont y Sánchez tristes
POLÍTICA

El pulso entre Junts y el PSOE deja la legislatura al borde del abismo

Las relaciones, cada vez más deterioradas. En el bloque progresista ya creen que esto acabará en elecciones anticipadas

Este miércoles, Junts asestó un nuevo golpe al Gobierno. Su 'no' a las importantes votaciones que tuvieron lugar en el Congreso evidencian el sinsentido que es esta legislatura. De hecho, cada vez son más voces que creen que Pedro Sánchez no agotará sus cuatro años de mandato y que toda esta situación insostenible acabará en elecciones anticipadas.

Las relaciones entre Junts y el PSOE no están rotas, pero sí extremadamente deterioradas. Los procesistas se quejan de que no ha habido avances importantes en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados para la investidura. Además, los socialistas no tienen intención de dar su brazo a torcer ante la petición de los de Puigdemont de que Sánchez se someta a una moción de confianza. 

Montaje con un plano medio de Carles Puigdemont hablando desde la tribuna del Parlamento Europeo y otro de Pedro Sánchez haciendo lo mismo

Además, ahora mismo parece casi imposible que el Gobierno pueda sacar adelante los presupuestos para el 2025. Unas cuentas que el Ejecutivo podría prorrogar, pero que significaría una nueva derrota para la coalición progresista. Una más de las muchas que ya hemos visto en el año y poco que llevamos de legislatura. Ante esta situación, ¿puede estar tocada de muerte esta legislatura?

Una legislatura al borde del abismo

En la pasada legislatura, el PSOE consiguió que ERC abandonara el unilateralismo y jugara a la gobernabilidad de España. Los socialistas parecían convencidos de haber conseguido lo mismo con Junts tras convencerles para la composición de la Mesa del Congreso y para la investidura en 2023.

La vuelta del espacio posconvergente al pragmatismo tenía una sola contrapartida. Aunque pactaron otras (como el uso del catalán o el grupo parlamentario propio en el Congreso), todo giraba alrededor de la amnistía a Carles Puigdemont. Y mientras esta carpeta no se cierre, el PSOE sabe que Junts no lo hará saltar todo por los aires. Es decir, no apoyará una hipotética moción de censura de PP y Vox a Pedro Sánchez.

Carles Puigdemont en un mítin con el dedo levantado en tono amenazador

Con esta carta, Pedro Sánchez ha tensado la cuerda y puede que esta ya se haya roto definitivamente. Es extremadamente difícil que Junts haga implosionar la legislatura antes de que el Constitucional se pronuncie respecto al perdón de Puigdemont (previsiblemente a favor de la ley impulsada por Sánchez y sus socios). Eso sí, una vez se decida esta carpeta (será este año, dentro de unos meses), la desconfianza entre Junts y el PSOE es tanta que, ahora ya sí, todo puede ocurrir. Incluso la mencionada moción de censura previa a una convocatoria electoral anticipada.

Además, hay otro factor a tener en cuenta. La aparición de Aliança Catalana en el panorama político obliga a Puigdemont y los suyos a marcar perfil independentista y también ideológico. La potencial fuga de votos hacia el partido de Sílvia Orriols es evidente y un vasallaje descarado de los juntaires a Pedro Sánchez puede ser desastroso electoralmente para ellos.

Que la legislatura se encuentra al borde del abismo no es cosa de analistas políticos. Gabriel Rufián ya hace tiempo que avisa de que Junts acabará pactando con el PP. Ione Belarra se mostraba convencida este martes de que Pedro Sánchez no agotará la legislatura. Y el PNV también se ha pronunciado en este sentido en más de una ocasión. De este modo, todos parecen estar ya preparados para unas hipotéticas elecciones para cuando se decida la amnistía en el Constitucional.

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