
El PP de Cataluña se erige en dique de contención de la Gran Coalición con el PSOE
Alejandro Fernández desafía a Génova abanderando el giro a la derecha de su partido
Alejandro Fernández es uno de los políticos de la semana por la publicación de su libro A calzón quitao, donde afronta sin rodeos las cuestiones más incómodas de su partido. El líder del Partido Popular de Cataluña aborda la errática estrategia de alianzas de Génova. Y acusa a la dirección nacional del fracaso crónico de los populares en Cataluña.

Es de sobras conocida la distancia entre el tarraconense y la actual dirección nacional. Una distancia que se agrandó cuando Fernández criticó el cortejo a Junts tras las elecciones generales de junio de 2023. Y que ahora vuelve a evidenciarse con la publicación de este libro que enmienda a la plana a la dirección encabezada por Alberto Núñez Feijóo.
Esta vez no solo se ha referido a las relaciones con Junts sino que ha sido tajante en la necesidad de dar un giro decidido a la derecha. Fernández, que ejerce de líder de la oposición de facto en Cataluña, marca también el camino de la oposición en el Congreso. Frente a los cantos de sirena de la Gran Coalición con el PSOE, el referente de la derecha en Cataluña defiende la alianza con Vox como única alternativa de gobierno.
El fantasma de la Gran Coalición con el PSOE
Alejandro Fernández advierte del error de explorar cualquier alianza con el PSOE mientras esté dirigido por Pedro Sánchez. Critica la intransigencia de Vox queriendo imponer su programa pese a que el PP le saca más de cien diputados. Pero al mismo tiempo reconoce que es la única variante viable para ofrecer a los españoles un gran pacto de estado para acabar con el socialismo y el separatismo.
El desafío a Génova no es baladí, sobre todo después de la consecución de una alianza entre la CDU y el SPD en Alemania. Esto ha reavivado la idea de una Gran Coalición con el PP en la Moncloa y un apoyo externo del PSOE. Las élites económicas siguen presionando para un gobierno centrista que expulse a los radicalismos a izquierda y derecha.
La coalición alemana coincide con un atrincheramiento del establishment europeo frente al auge de la derecha radical a nivel global. En España, las élites intentan convencer a Feijóo de pactar con el PSOE para blindar la Agenda 2030 frente a la aventura ultraconservadora de una alianza con Vox. En Génova también un creciente recelo a pactar con Santiago Abascal, por el miedo a que Vox acabe fagocitando a los populares.
El crecimiento en Cataluña, clave
Pero Alejandro Fernández advierte de las consecuencias de ceder ante la tentación de virar hacia el centro. Recuerda que la defenestración de Cayetana Álvarez de Toledo en 2019 trajo el retroceso del PP frente al crecimiento de Ciudadanos y sobre todo de Vox. Para que el PP tenga un proyecto ganador hace falta un PP desacomplejado y con una apuesta clara en el País Vasco y en Cataluña.

Fernández viene de los años más duros del procesismo y asiste ahora a la alianza entre el socialismo y el separatismo en Cataluña. Por eso tiene claro que no hay nada que negociar ni con Junts ni con el PSOE. Por el contrario, es partidario de fortalecer el espacio de la derecha constitucionalista que representan el PP y Vox.
No es casual que Alejandro Fernández se haya desmarcado del cordón sanitario contra Vox y Aliança Catalana en el Parlament. Con ello se erige como verdadero jefe de la oposición frente al PSC, pero también manda un claro mensaje de Génova. Figuras como la suya o la de Isabel Díaz Ayuso levantan un dique de contención frente a la tentación de la Gran Coalición entre el PP y el PSOE.
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